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La venta de semillas de jardinería se reduce por el COVID-19 y la de agroalimentación se mantiene

Varias empresas productoras de semillas explican a GuíaVerde cómo están afrontando la crisis sanitaria

27/04/2020 Autor: GuíaVerde

 El sector de los productores de semillas está viviendo la crisis sanitaria y económica del COVID-19 con dos realidades totalmente diferentes, muy similar a la del sector de los fitosanitarios. Por un lado, la venta de semillas para jardinería, para aficionados, se ha detenido por el cierre de los establecimientos, mientras que la división agroalimentaria siguen a pleno rendimiento, dado que es un sector primordial y esencial durante la pandemia. En GuíaVerde hemos hablado con diferentes empresas productoras de semillas que nos detallan cuál es el escenario actual.


“Evidentemente como a todo el sector nos ha afectado negativamente ya que en un momento de máximas ventas tanto a nivel agrícola como hobby nos hemos encontrado con el miedo e incertidumbre del mercado además del cierre obligatorio de muchos de nuestros clientes, garden centers, viveros, agrotiendas y gran distribución”, explica David Giné, director general de Batlle. Según afirma, esperan “una bajada de ventas importante en el periodo de afectación, pero somos optimistas con la situación futura, esperando que se recupere una cierta normalidad en las aperturas y el desconfinamiento progresivo haga que la primavera se alarge y el consumo crezca”.

Sobre si han sufrido impagados debido al COVID-19, Giné responde afirmativamente: “Tenemos muchos clientes que ha vistos sus ingresos reducidos a cero y evidentemente estamos a su lado y hemos aplazado pagos, siempre de forma consensuada y buscando una fecha de solución del problema. De la misma forma, por nuestra parte pese a ser una situación difícil, no hemos aplazado ningún pago y estamos cumpliendo al 100% con nuestras obligaciones. Pensamos que la mejor forma de salir de aquí es que cada uno intente al máximo ser consecuente con las obligaciones e intente hacerles frente con la ayuda del Estado”.

El responsable de Batlle, apunta al respecto de si han tenido que dar salida a producto a través de otras vías que en su caso cuentan con un “mercado muy diversificado”, si bien señala que “en la parte hobby hemos tenido una reducción importante aunque nunca es del 100% ya que el cliente se reinventa y algunos canales han seguido abiertos. No hemos cambiado nuestra vía de servicio y nos mantenemos fieles al canal Business to Business”.

Raimon Vidal, product manager de la división hobby de Rocalba cuenta que “por una parte el sector agroalimentario, al ser esencial sigue funcionando aun estando afectado por las restricciones de movilidad y la sobrecarga de los servicios de transporte”. “Por otra parte, por lo que respecta a la jardinería, y como suponemos que pasa con el resto del sector, las ventas en los comercios tradicionales y los garden centers se han parado por completo, pero se han visto favorecidos por el comercio por internet”, apunta. Sobre los efectos económicos Vidal señala: “estamos en un momento de incertidumbre y nos es difícil predecir los efectos reales de la pandemia”.


Vicente Gil-Mascarell, gerente de Mascarell Semillas comenta a GuíaVerde que su empresa “lógicamente se ha visto afectada por el COVID-19, pero no tan gravemente como pueda ser el sector de planta ornamental y flor cortada, aun así se han aplicado expedientes de regulación temporal con el fin de ajustar la plantilla a la carga de trabajo prevista, además de una reducción de la jornada laboral. La mayor parte de nuestros clientes no cerraron sus negocios ya que está permitida la venta de insumos agrícolas. No obstante, la reducción de ventas es notable”. Además, asegura, “estamos teniendo un mayor número de impagos de lo que consideramos habitual en estas fechas”.


José Ramón Lezana, responsable comercial de la unidad hobby de Semillas Fitó, explica por su parte que “como uno de los motores de la cadena alimentaria mantenemos nuestra actividad ofreciendo servicio para garantizar el suministro de semillas, una actividad considerada esencial para asegurar el abastecimiento de alimentos por lo que no ha supuesto un impacto especialmente negativo”. Lezana añade que han tenido que adaptarse “a los nuevos protocolos de las autoridades sanitarias para garantizar la seguridad de todos los colaboradores de Fitó, pero seguimos en pleno rendimiento”.

“Es por esto por lo que desde la unidad de hobby tampoco hacemos una valoración negativa al tener también las ventas muy diversificadas, sobre todo en el canal agro y ser un sector esencial. Dónde hemos notado más el efecto ha sido en el sector garden y de ferretería”, afirma Lezana. En su caso, aseguran que no han tenido impagados, “aunque ha habido solicitudes para retrasar los pagos”.

Desde Intersemillas, su gerente, Santiago Pérez, explica a Guía Verde que la pandemia ha afectado “en las ventas, en los procesos, en el servicio y en los trabajadores”.” La empresa ha tenido que reorganizar la forma de trabajo, la gran mayoría de la plantilla empezó a teletrabajar pero las labores de almacén no se pueden hacer a distancia de manera que tuvimos que dividir el equipo de trabajo en dos y hacer turnos para prevenir contagios, rápidamente se tomaron las medidas de prevención necesarias dando mascarillas y guantes a todo el personal y desinfectando con ozono las instalaciones por la noche”, explica Pérez. Asimismo, explica que “por ser considerados empresa de primera necesidad no hemos parado en ningún momento pero lamentablemente el volumen de trabajo se ha visto reducido. Poco a poco empezamos a notar un repunte en los pedidos que esperamos hagan que mejoren los números del trimestre, pero nada que ver con años anteriores”.

A la pregunta de si ha habido impagos, señala el gerente de Intersemillas que “efectivamente el tema de pagos también se ha visto afectado. Al principio del confinamiento emitimos una nota de prensa a nuestros clientes informando que continuábamos trabajando y, en previsión de lo que pudiera suceder más adelante, les proponíamos una acción de ventas. Se invitaba a que adelantaran aquellos pedidos que tenían programados para los meses de abril o mayo, con el objetivo de que las empresas de transporte pudieran recoger y entregar. Y a estos pedidos se les aplicaría una forma de pago diferente a la establecida, se prolongaría la fecha de vencimiento inicial en 30 días más”. Según afirma, “esta acción fue bien recibida por parte de algunos clientes aunque menos de lo esperado. En su lugar algunos clientes solicitaron que sus pagos se aplazaran a otras fechas e incluso que temporalmente se cambiara su forma de pago hasta que la crisis terminara. Grandes impagos no han habido, se ha centrado en un retraso de los cobros”.

Sobre si ha habido una modificación de mercados o formas de venta, explica que “el producto sigue saliendo por las mismas vías y en los mismos mercados, principalmente el mercado nacional. Mientras, las ventas del mercado internacional continúan en marcha pero debido a que el tránsito aéreo se ha visto reducido a más de la mitad se han incrementado los problemas en la recepción de mercancía y de salida. Todo son complicaciones que se suman al trabajo diario”.