Es indudable que lo exótico vende. Hoy en día el mercado se mueve a toda velocidad y los proveedores se ven obligados a buscar productos nuevos, diferentes y desconocidos, para satisfacer las demandas de los consumidores.
Hasta hace un tiempo, la disponibilidad de frutas exóticas era sólo posible a través de la importación, lo que encarecía los productos y dificultaba su acceso al mercado.
En estos momentos, esa situación está cambiando. Los avances en biotecnología vegetal, por ejemplo, permiten ya cultivar especies de frutales fuera de su entorno natural a través de técnicas in vitro. Son las llamadas: nuevas zonas productoras de frutales exóticos.
La costa mediterránea, la costa tropical y Aragón se están convirtiendo en importantes centros de producción de este tipo de frutales.