Naciones Unidas ha adoptado esta resolución a iniciativa de la Convención Internacional de Protección Fitosanitaria, con un objetivo claro: concienciar a instituciones, productores y sociedad en general sobre la importancia de proteger la salud de las plantas. Es imprescindible para mejorar la seguridad alimentaria, proteger el medio ambiente y la biodiversidad e impulsar el desarrollo económico.