En el cultivo del tomate y otros vegetales, las perchas y ganchos se utilizan tanto para guiado de crecimiento de la mata como para bajar la planta una vez ha alcanzado el emparrillado. De esta forma la mata siempre se desarrolla hacia arriba, recibiendo el máximo de luminosidad, lo que resulta en una mejora de la calidad del fruto y un incremento de la producción. Este sistema se compone de un gancho y una bobina de hilo. La percha se coloca con el hilo enrollado alrededor de ella para ir dejándolo caer conforme la planta va creciendo, sujetándola al hilo mediante clips. Ofrece la posibilidad de hacer descuelgue previo.

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