A esta oleaginosa originaria del Asia se le conoce desde la antigüedad como el “árbol milagro” por sus elevados contenidos de proteínas, vitaminas y aminoácidos esenciales, habiéndose utilizado tradicionalmente para alimentación humana y animal, además como medicina preventiva y curativa del cáncer, la diabetes, antibiótico, cicatrizante, etc., reconstituyente por sus propiedades nutritivas y entre otros fines como acelerador del crecimiento en humanos y animales, aumentando además la productividad de cosechas por la presencia de Zeatina, enzima aceleradora del crecimiento, así como purificador de aguas, mieles y aceites por sus características electrolíticas.
En Centroamérica se le conoce como Marango. Mundialmente su uso se ha extendido para la ceba de ganados y producción de leche con excelentes resultados. Su análisis presenta un alto contenido de proteína, el 30% al corte de 30 días y 22% al corte de 45 días, de carotenoides, licina, leucina, metionina, triptófano y minerales. Tiene alto grado de digestibilidad. Sus hojas y tallos producen harina para consumo humano y animal, sus frutos-semilla contienen hasta el 40% de aceite con el 70% de ácido oleico y torta del 60% de proteína.
Moringa oleífera tiene la proteína del huevo, 2 veces la proteína de la leche, 3 veces el potasio del banano, 4 el calcio de la leche, 7 veces la vitamina C de la naranja, 4 la vitamina A de la zanahoria.
Se puede comer tal cual cruda, en ensaladas, guisos, etc... También puede secarse y tomarse en infusión.
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