ARAGÓN
La Fundación Caja Rural de Aragón realizó la semana pasada en Zaragoza un concierto de música clásica en el que el aforo fue ocupado en su totalidad por mil poinsettias cultivadas por el centro especial de empleo Gardeniers-Atades. Esta iniciativa quiso rendir homenaje a las personas fallecidas por la pandemia sanitaria.
El concierto de “Musicaleza” corrió a cargo de la Orquesta Reino de Aragón. “Después de muchos meses de confinamiento y con restricciones hemos observado cómo la naturaleza ha ido ocupando espacios que anteriormente le habían sido arrebatados. Ahora el arte y la música invita a la naturaleza a esa empatía emocional”, señalaban desde la fundación.
Tras el concierto, estas plantas fueron regaladas a centros sanitarios, residencias de ancianos y centros sociales de la capital maña.