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Xylella fastidiosa: uno de los retos más urgentes del Sector Verde

La Xylella fastidiosa es todo un reto que la nueva consellera de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica de la Comunidad Valenciana, Mireia Mollà, tendrá que gestionar a corto plazo

17/07/2019 Autor: GuíaVerde

Hace algunas semana, Mireia Mollà, la nueva consellera valenciana de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica, declaró durante la toma de posesión de su cargo, que la lucha contra la Xylella fastidiosa es uno de los retos más urgentes  a los que se enfrenta su Departamento, poniendo una vez más en el punto de mira a esta tan temida bacteria. También adelantó que una de las primeras reuniones que tendría sería con los agricultores afectados, algunos de ellos muy críticos con las actuales medidas de erradicación impulsadas por la Administración autonómica.

¿Erradicación o contención?

AXFA (Plataforma de afectados por la Xylella fastidiosa) y ASAJA-Alicante se han mostrado reiteradamente en contra de las medidas recogidas en el Plan de Contingencia Valenciano. Este plan, que adapta la normativa europea con el objetivo de evitar la propagación de la enfermedad, no es visto con buenos ojos por los citados colectivos, que defienden la necesidad de implementar un Plan de contención como alternativa a la erradicación. Esto implicaría cortar solo aquellos árboles afectados por la plaga, ya que, según denuncian desde los colectivos mencionados, con el actual plan de erradicación se están destruyendo árboles sanos por estar al lado de árboles infectados.

Mireia Mollà se desplazó hace unas semanas hasta Tàrbena (Marina Baixa) para reunirse con representantes de AXFA y visitó los campos afectados para conocer de primera mano el problema de la Xylella.

Tras esta primera toma de contacto, Mollà ha afirmado que su Departamento llevará a la UE un estudio en el que se explique cómo está afectando a la Comunidad Valenciana la Xylella para tratar de que se reconsidere la actual política de erradicación. En este sentido, la consellera ha declarado: "Tenemos que definir cuáles son nuestras particularidades para que se tengan en cuenta por parte de Europa para hacer un plan con matices". A lo que añade en sus últimas declaraciones: "Aquellas fincas que tienen un componente de abandono tendrán prioridad en el protocolo y no aquellas en radio que tienen cultivos, donde la repercusión en caso de actuación es más trágica".

No obstante, para poder responder a la petición de estos organismos y dar paso a una estrategia de contención, se precisa modificar la Decisión de Ejecución (UE) 2015/789, cosa que solamente sería posible si se llegara a un acuerdo entre la Comisión Europea y los 27 Estados miembros.

Qué ha pasado desde el primer positivo de la Xylella fastidiosa

Ya han pasado dos años desde el primer positivo por Xylella fastidiosa de la península ibérica, en los que se han tenido que triturar más de 38.000 árboles. 

Árboles afectados por Xylella fastidiosa

Todo empezó cuando el IVIA (Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias) confirmó la presencia de la bacteria en un campo de almendros en Castell de Guadalest (Marina Baixa).

Desde ese momento, se ha constatado la presencia de la bacteria en tres comarcas del sur de la Comunidad Valenciana (La Marina Baixa, La Marina Alta y el Comtat) y miles de bancales de 31 municipios distintos. Alrededor de estos lugares se  ha activado una gran zona de cuarentena que afecta a 76 municipios y abarca 134.581 hectáreas.

Por el momento, los cultivos infectados se encuentran acotados en una única zona y corresponden a la misma variedad de la bacteria, multiplex ST6. Variedad que a pesar de no ser de las más agresivas, presenta una gran capacidad de adaptación.

Si bien es cierto que la inmensa mayoría de contagios se han producido en almendros (94%), también se han detectado casos aislados en 8 especies más: albaricoquero, ciruelo, romero, manzanilla yesquera, aliaga, siempreviva, aladierno y Polygala.

El porqué del plan de erradicación impulsado por Europa

La Xylella fastidiosa es una bacteria con potencial patógeno que en los últimos tiempos ha provocado enfermedades en una gran variedad cultivos leñosos y árboles, como almendros y olivos, entre otros, de diferentes puntos del mundo.  

Este organismo microscópico, que mata por la obstrucción de los vasos de xylema y no tiene cura conocida,  puede llegar a infectar a más de 600 especies vegetales, entre las que se encuentran algunos cultivos mediterráneos.

Por ello la UE considera que la Xylella fastidiosa es altamente peligrosa y alerta de la facilidad con la que se pueden expandir esta enfermedad en todo el mundo, si no se toman las medidas de erradicación necesarias. Esta preocupación fue amplificada especialmente tras comprobar los efectos devastadores de la Xyella fastidiosa en el sur de Italia, donde la bacteria ha matado millones de olivos.

En el caso de producirse esta propagación de la Xylella fastidiosa, no solo se desencadenarían una gran variedad de enfermedades vegetales, sino también un gran impacto económico para la agricultura.

Cuando un cultivo se ve infectado por la bacteria, su eliminación y contención son muy difíciles de lograr. De hecho, a día de hoy, no existe cura para este patógeno y precisamente por ello, los esfuerzos de la UE se centran en la prevención y en la investigación, así como en la erradicación para evitar que se propague. 

El actual protocolo de erradicación, que emana de una orden europea, obliga a destruir todo el material vegetal de especies hospedantes en un radio de 100 metros alrededor de cada planta contagiada. 

Ante estas medidas, algunos agricultores alicantinos han pedido a las autoridades regionales que reclamen a Europa un protocolo menos drástico que permita arrancar solamente los árboles infectados como pasa en otros lugares como Baleares o Italia. No obstante, las circunstancias de estas regiones son totalmente diferentes, ya que cuentan con la “barrera del mar” y por tanto, la posibilidad de contagio más allá de sus territorios es más complicada. 

Según José Forcadell, Secretario General de ASFPLANT, “La Xylella fastidiosa se transmite por el vector, que según los investigadores suele ser “casero” y aunque se vaya suele volver al mismo sitio  donde ya infectó algunas plantas. Atacarlo es primordial. Para máxima seguridad, se deben eliminar los vectores y todas las plantas susceptibles de ser contagiadas en la zona infectada, que es lo que indica la normativa vigente”. 

Esto es algo de vital importancia, ya que como hemos comentado, existen altas probabilidades de que el vector regrese y siga extendiendo la Xylella fastidiosa. Por lo que Forcadell añade: “Cabe mencionar que si está recién (teniendo en cuenta un plazo que puede llegar incluso a los  2 años) inoculado y en algunos casos  y dependiendo de diversas condiciones todavía en estudio mucho más adelante puede no detectarse la Xylella, por lo que establecer un plan de contención que no establezca la obligatoriedad  de arrancar los ejemplares potencialmente infectados, puede resultar peligroso. Por lo que la infección no implica la presencia de síntomas y plantas que, aparentemente están sanas, pueden estar infectadas y servir de fuente de inóculo.”

Sin embargo, es comprensible que los agricultores afectados muestren su preocupación de manera activa, por el futuro de la agricultura de secano de la zona. Esto es así porque el actual protocolo impide volver a plantar en las parcelas contaminadas al menos en 5 años y además de esto, consideran que las compensaciones económicas son escasas e insuficientes dada su alarmante situación.

La importancia de la investigación, el conocimiento y la prevención

Esta bacteria, que ya ha infectado a millones de olivos en Europa, ha puesto a los principales productores de aceite y aceitunas (Italia, Grecia y España) en riesgo de perder millones de euros.

Las investigaciones realizadas hasta el momento apuntan no solo a que los climas con inviernos templados son especialmente vulnerables a la proliferación de estos patógenos, sino también a que el cambio climático también agravará este efecto. Precisamente por ello, las medidas actuales de erradicación de plantas afectadas  y vegetación circundante son tan importantes. 

La enfermedad se podría atacar con un mayor conocimiento de la bacteria XF y sus vectores, y por el control de los insectos capaces de transmitirla, y para ello es fundamental que  se lleven a cabo investigaciones que permitan avanzar en dicho conocimiento. En este sentido, el pasado 21 de junio se celebró en Málaga el I Encuentro Internacional sobre la Xylella fastidiosa con el título "Sinergias para prevenir la enfermedad", que fue organizado por Life Resilience con el principal objetivo de crear flujos de conocimiento entre el sector agrícola e investigador para prevenir la enfermedad.

El evento, que congregó a más de 70 profesionales del sector olivarero y científico para debatir sobre el gran reto que plantea la XF, fue inaugurado por Pedro Barato, presidente de ASAJA Nacional, que declaró: "Hay que tomárselo en serio y poner todos los medios para llevar a cabo cualquier iniciativa, de la mano siempre de las universidades, de sus científicos y los catedráticos, y la clase política tiene que apoyar a los profesionales de la ciencia”.

En este encuentro orientado a dar a conocer los desafíos a los que se enfrentan el sector agrícola e investigador respecto a Xylella fastidiosa y las medidas que se están tomando para luchar contra la misma, se concluyó que la innovación y la prevención deben darse la mano una vez más. Según Antonio Trapero, catedrático de la Universidad de Córdoba, experto en enfermedades y plagas vegetales, “más importante que curar la planta enferma, es prevenir que se infecten otras”.

En el trasfondo de la controversia sobre cuál es el método más adecuado para combatir la plaga, está la Xylella, que posee un enorme poder destructivo y a la que el sector verde al completo necesita hacerle frente.  Ante ello, las sinergias juegan un papel esencial  en este ámbito.

Sin duda, la Xylella fastidiosa es todo un reto que la nueva consellera de  Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica, Mireia Mollà, tendrá que gestionar a corto plazo.