Sol i Vent Paisatges cumple 25 años | “Queremos crecer en valor añadido y ofrecer nuevos servicios más especializados”

Sol i Vent Pasaitges cumple 25 años ofreciendo sus servicios de jardinería y paisajismo. Esta empresa que tiene su sede en Paterna (Valencia) mira al futuro con la especialización y la innovación como bandera. Su gerente, Jaume Alagarda, que recuerda que empezaron con “una segadora y muchas ganas”, considera que han logrado hacer un “carrerón” en este cuarto de siglo. Hablamos con Alagarda sobre el pasado, presente y futuro de la empresa.

¿Que ves al mirar 25 años atrás?
Lo que vemos es que hay una lista interminable de momentos en los que he pensado “no sé si saldremos de esta”. Ha sido bastante frecuente porque en este tipo de negocio, se da una variedad de clientes tremenda, de nuevas situaciones. Quieres hacer cosas que muchas veces vas a aprendiendo por el camino. Mirando atrás hemos pasado varias crisis económicas, no solo las estructurales, sino también nuestras. Tensiones de crecimiento, de querer crecer rápido… Ha sido una historia de crecimiento siempre con el traje más pequeño del que necesitabas. Por otro lado ha habido un sinfín de personas que con una sonrisa, un consejo o un contrato han sido de gran ayuda a esta trayectoria. Hace 25 años empezamos con una furgoneta…
 

¿Cómo definirías esta trayectoria en emociones? ¿Qué sientes?
Por un lado tengo una sensación muy grande de madurez y por otro de alegría, de que realmente hemos hecho un carrerón. Las cimas son iguales para todos, pero desde dónde subes es la diferencia. Hay gente que monta empresas con todo y otras que la montan sin nada. Nosotros empezamos con el pago único del poco paro que teníamos, una segadora y muchas ganas, nada más.
 

¿Cómo ha evolucionado la empresa en cifras? ¿Y en su especialización?
Nacimos como una cooperativa de trabajo social y éramos cinco personas, pero teníamos también un taller de inserción socio laboral del cual se ocupaban dos personas. En jardinería éramos dos y al cabo de 6 años éramos 5 personas. Salían socios y entraban trabajadores. Posteriormente pasamos a ser Sociedad Limitada, que es cuando entra mi hermano. Ambos nos quedamos la empresa a medias y el resto de socios desaparecieron. Cada uno hizo su camino. A partir del año 2000 hay una buena época para la jardinería, que nosotros también aprovechamos y empezamos a crecer. Técnicamente estábamos mejor preparados y ahí pasamos de 6 a 50 personas, que llegamos a ser en 2004. Ese año y los siguientes mantenemos una plantilla muy potente y hacemos muchos trabajos de todo tipo, tan públicos como privados, con un nivel técnico bastante alto. Con la crisis empezamos el descenso con otras empresas del sector y nos quedamos en una plantilla estable de 12, que eran personas con más formación y experiencia. Nos deshacemos entonces del trabajo de baja calidad como las plantaciones baratas, las obras a toda prisa … y desde entonces nos estamos especializando en cosas que otros no hacen, en asuntos más técnicos como plagas de arbolado, poda, servicios de jardinería más elitista.

¿Qué objetivos o retos tiene la empresa?
Nos hemos planteado muy claramente crecer más en calidad y valor añadido, en mejorar los servicios que tenemos o encontrar otros más especializados y más difíciles.
 

¿Cómo se va a conmemorar este cuarto de siglo de actividad?
El 28 de febrero hemos organizado una gran fiesta, porque es la gran fiesta de Sol i Vent. Gracias a estos años que nos hemos vinculado mucho a sectores profesionales muy importantes como federaciones españolas de arboricultura o jardinería, estamos muy arropados por gente que vale muchísimo. Nos gratifica mucho tener a nuestro lado a gente que se deja la piel por mejorar el sector. También tenemos un montón de proveedores, clientes, amigos, familiares… Con todos ellos queremos compartir este momento.