«Nuestro objetivo y responsabilidad es que todo el mundo entienda qué es realmente la infraestructura verde»

Desde el mes pasado, Pedro Calaza es el nuevo presidente de la Asociación Española de Parques y Jardines Públicos (AEPJP), recogiendo el testigo de Francisco Bergua. Calaza es doctor en Ingeniería Agrónoma y Arquitectura del Paisaje, consultor, investigador, profesor universitario y decano del Colegio Oficial de Ingenieros Agrónomos de Galicia. El nuevo presidente ha estado al frente de la última actualización de la Norma Granada y junto a su equipo quiere imprimir un enfoque científico-técnico que «asiente el conocimiento y las evidencias científicas de las bondades de la infraestructura verde».

 

¿Cuál es la primera palabra que le viene a la cabeza para definir cómo va a ser su presidencia al frente de la AEPJP?
    
Transversalidad. Creo que nuestra visión, ideas y planteamientos tanto individuales como colectivos convergen en un entendimiento transversal del sector y en un trabajo multidisciplinar y con diversidad de miradas. Somos conscientes de la composición real de la Asociación y de las interrelaciones entre los diferentes tipos de profesionales como funcionarios, consultores, técnicos de empresas, jardineros, arboricultores, paisajistas, etc. con las diferentes administraciones públicas y las empresas. Aparte de ello, resulta clave seguir fortaleciendo las relaciones transversales con otras entidades como la FEMP, ASEJA, los ministerios, universidades, etc. De la misma forma, intentaremos también explorar y estrechar relaciones fuera de España, para aportar y aprender en este fascinante mundo del verde. Todo ello, como indicaba, desde un enfoque transversal de relaciones y sinergias.

¿Cuál es el primer objetivo, a corto plazo, de la nueva Junta Directiva?

Nuestro punto de partida es robusto, tenemos la gran fortuna de que la Junta directiva anterior estableció unos pilares fuertes que soportan nuestras primeras andaduras como nuevo equipo directivo. La verdad es que tenemos muchas propuestas que se interrelacionan, por lo que elegir una sola es complicado, aunque subrayaría la parte de sensibilización, divulgación y conceptualización de lo que es realmente la infraestructura verde. Percibo que todavía hay muchas dudas y se confunden términos y filosofía de trabajo, y si no queda claro qué es cada cosa, difícilmente se puede cambiar el enfoque del diseño y gestión de espacios verdes. No es lo mismo un sistema de espacios verdes, un grupo de espacios verdes que la infraestructura verde. Si ahondamos en ello, si somos capaces de que todos lo entendamos, podremos diseñar parques y jardines, avenidas arboladas, sistemas de conectividad realmente funcionales desde el prisma de los servicios ecosistémicos y ofrecer mejores espacios de vida a la población.  Es un objetivo y una responsabilidad clara de la AEPJP.

¿Cuáles serán las líneas maestras del proyecto de este equipo? ¿Serán continuistas respecto a lo que se viene haciendo o habrá cambios visibles?

Siempre hay cambios en las renovaciones de juntas directivas y, desde mi punto de vista, entiendo que son esenciales y siempre deben existir. Cada persona de forma individual y cada grupo de personas tenemos nuestra forma de entender los proyectos, así como nuestras virtudes y defectos. Todos somos diferentes y ello enriquece el sistema y la asociación, es una especie de biodiversidad humana que ofrece diferentes visiones y entendimiento de las cosas.

A mi entender, creo que esta nueva Junta directiva tiene un perfil un poco más técnico que la anterior, la Junta anterior tuvo la visión de estrechar lazos fuertes con entidades muy importantes y ello puede ser también clave para apostar ahora por un enfoque técnico-científico que asiente el conocimiento y las evidencias científicas de las bondades de la infraestructura verde. Este enfoque debe ser también 360, es decir, debemos trabajar en todos los niveles de los agentes implicados en la infraestructura verde urbana, desde la formación más básica a la más especializada.

Nuestra principal línea está dirigida directamente hacia los socios, a escuchar sus demandas, necesidades y aportar soluciones y propuestas. Además, barajamos un gran número de nichos de trabajo, entre ellos destacan la formación, la comunicación, las relaciones intra e intersectoriales, la investigación, el conocimiento, etc.

Han señalado que uno de sus retos será poner en marcha un modelo de ordenanza municipal que incorpore una visión vinculada a la infraestructura verde. ¿Qué valores o necesidades debería incorporar ese modelo?

Efectivamente, estamos en fase final de la redacción de un nuevo modelo de ordenanza de la infraestructura verde. Este modelo incluye la visión multiescalar y conceptual de la infraestructura verde, entendida desde una vertiente holística y multifuncional, tanto en la parte urbana como periurbana. El modelo persigue los valores europeos de la infraestructura verde, destacando la conectividad y la optimización racional de los servicios ecosistémicos, apostando por proporcionar accesibilidad y proximidad a espacios verdes, que éstos sean funcionales y estén adecuadamente gestionados para mejorar el bienestar ciudadano. Las ordenanzas de parques y jardines tradicionales se centraban en un entendimiento diferente, aparte de algunas líneas salutogénicas, los espacios verdes urbanos han sido entendidos desde un enfoque de ornato y estética y menos de servicios ecosistémicos. Es un aspecto que debe ser solventado y resulta clave en la ordenanza.
 

«Estamos en fase final de la redacción de un nuevo modelo de ordenanza que persigue los valores europeos de la infraestructura verde, destacando la conectividad y la optimización racional de los servicios ecosistémicos»

Si echa la vista atrás, ¿cómo cree que ha evolucionado la situación de los espacios verdes españoles y su gestión? ¿Queda mucho por hacer o podemos ser optimistas?

Creo que queda mucho por hacer y para ello debemos apostar por el conocimiento. La situación y gestión sigue siendo anacrónica y divergente con las apuestas internacionales y el concepto de red verde. Tenemos ejemplos de ciudades donde se trabaja muy bien con una perspectiva real de infraestructura verde, pero lamentablemente en la mayor parte de España se siguen cometiendo errores, errores incluso de gran calado, por poner ejemplos, a escala macro: entender la gestión de cada espacio verde de forma individualizada y no optimizar la conectividad y el funcionamiento integral de la red, o a escala micro: aún se puede leer en los pliegos de condiciones aspectos de mala praxis de arbolado urbano como la cirugía arbórea o prácticas que deberían estar prohibidas como desmoches o terciados. 

Por tanto, hay que seguir apostando por cambiar la gestión, pero también el diseño. De hecho, esta parte es quizás la que está en una situación más desfavorecida. Puedo afirmar que hoy en día, en general, los diseños de espacios verdes no se hacen desde el entendimiento de los procesos, flujos y dinámica ecológica, y ello es uno de los grandes impedimentos para optimizar los servicios y gestionarlos de forma coherente con los planteamientos contemporáneos. El debate histórico entre la estética y la funcionalidad debe ser solucionado de forma urgente, por lo menos en nuestro sector, se trata de una urgencia y una responsabilidad hacia las generaciones futuras. 
 

«Hoy en día los diseños de espacios verdes no se hacen desde el entendimiento de los procesos, flujos y dinámica ecológica, y ello es uno de los grandes impedimentos para optimizar los servicios y gestionarlos de forma coherente»

¿Cuál es la situación del sector y la consideración pública de los espacios verdes en España si la comparamos con la de otros países de nuestro entorno?

España es un gran país por una infinidad de razones, una de ellas es su imponente carácter histórico y la gran cantidad de culturas que han dejado su impronta en diferentes ámbitos.  En el mundo de la jardinería, tenemos la gran fortuna de disponer de un rico y variado elenco de diferentes tipos de jardines: islámicos, medievales, barrocos gallegos, botánicos del siglo XVIII, etc. Este es un gran valor que nos diferencia de la mayor parte de los países. La población española, en general, lo sabe y lo aprecia. Y este sentimiento, entendido como orgullo, es un valor diferenciador, que en cierta medida, se traslada a otros ámbitos. 

En escenarios urbanos, nuestra legislación nos obliga a gestionar los espacios verdes, obligación que no pasa en otros países, lo que permite tener una buena calidad en el mantenimiento, aunque, insisto, la gestión debe ser actualizada en enfoque y concepto. La mayor parte de la población valora positivamente la gestión, de hecho, en numerosos ayuntamientos las encuestas sitúan la gestión del verde como las más valoradas. La situación y mantenimiento de los espacios verdes es un indicador económico de la calidad de vida, de la economía y es transmisor de tranquilidad y felicidad.

La comparación con otros países no es sencilla pues el desarrollo urbanístico y de integración y diseño de espacios verdes es muy dispar y también lo es la relación de los ciudadanos, que depende del sesgo cultural. En países como Noruega, el 80% visita espacios naturales de forma habitual, en España no pasa… la relación es diferente, el diseño es diferente, los escenarios son diferentes y la valoración también. Otro ejemplo interesante es el caso de Berlín, una de las ciudades con mayor tradición ecológica, muchos de sus espacios verdes tienen un mantenimiento muy “natural”, poco antropizado, y se valora muy positivamente; en nuestro país todavía se está integrando este tipo de gestión y hay que explicarlo, porque hay parte de la población que no entiende que ese tipo de mantenimiento proporciona muchos más servicios que el tradicional.

En definitiva, la percepción y la valoración es positiva, pero precisa sensibilizar a la población para que entienda los nuevos procesos de gestión de nuestros parques y jardines, Y ésta es otra de las grandes responsabilidades que abordamos desde la asociación. Tenemos muchos retos, a los que nos enfrentaremos con ilusión, pasión y esfuerzo para ofrecer a la ciudadanía espacios que destaquen por sus valores estéticos, en equilibrio con la provisión de servicios ambientales y culturales. Y esta apuesta es clara, directa y uno de nuestros focos de atención.