Los productores canarios plantean convertir sus invernaderos en plantas fotovoltaicas

La Asociación de Cosecheros y Exportadores de Flores y Plantas Vivas de Canarias (ASOCAN) ha presentado un proyecto para convertir las cubiertas de invernaderos, almacenes u oficinas en plantas de generación de energía solar con las que potenciar el autoconsumo ajeno al combustible fósil y por lo tanto lograr explotaciones más sostenibles.

Asocan ha elaborado un amplio informe que ha sido presentado al Gobierno de Canarias con la intención de que sea contemplado en la línea de ayudas europeas Next Generation creadas por la Comisión Europea para hacer frente a la crisis económica provocada por la pandemia. Los proyectos que se acojan a esta iniciativa europea deben proponer una transformación de la producción de los sectores para hacerlos más sostenibles y digitales y se trasvasan a través del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno de España.

Desde la asociación destacan que hoy en día las líneas de ayuda para la instalación de energías renovables “son multisectoriales y muy limitadas económicamente” por lo que, dicen, “no incentiva a las explotaciones agrícolas del sector ornamental a solicitarlas”. Es por ello que ven en estas ayudas una oportunidad para transformar de forma contundente el sector canario de producción de planta y flor ornamental.

Asocan argumenta en su proyecto que “la actividad agrícola es gran consumidora de energía y en la actualidad en más del 90% de las explotaciones agrícolas en Canarias esa energía tiene como fuente los combustibles fósiles, situación que debe ser cambiada de inmediato hacia las energías renovables”. Así, recuerdan que más del 80% de sus cultivos se realizan bajo cubierta o invernadero. Estas serían las principales estructuras para instalar paneles fotovoltaicos, pero también añaden las de almacenes, empaquetado, cámaras de frío u oficinas.

La asociación propone que los paneles sean cofinanciados, saliendo un 30% de los fondos europeos y el 70% asumidos por la explotación agraria. Explican que, entre otros beneficios, la energía solar lograría una reducción de la factura de la luz para los productores y una generación de energía limpia de bajo mantenimiento compatible con todos los sistemas productivos del sector. Asimismo, añaden que el producir electricidad en los cultivos podría facilitar el suministro de energía a vehículos eléctricos de trabajadores y de la empresa y que produciría empleo entre las compañías instaladoras de paneles solares.

Los productores canarios señalan que esta autogeneración y gestión de luz podría estar enfocada al autoconsumo total, pero también al compartido con explotaciones vecinas. También consideran que podrían venderse los excedentes de energía producida para tener una compensación económica. Por último, también se habla de la posibilidad de la venta total de la luz generada a la red general para obtener beneficios por ello.