Los grandes desafíos del sector hortícola en los Países Bajos

Los productores individuales, como el sector hortícola en general, se enfrentan a grandes desafíos en los próximos años. GreenTech preguntó a varios jóvenes empresarios sobre las oportunidades y amenazas que identifican con respecto a sus negocios. En este articulo, Joyce Lansbergen de LG Flowers de Pijnacker  comparte sus pensamientos sobre las posibilidades del cultivo autónomo y la toma de decisiones para el futuro.

¿Qué aspecto tendrá la industria florícola holandesa en diez años a partir de ahora?

Esa es una pregunta común entre muchas empresas, organizaciones y productores individuales activos en horticultura. En general, se espera que la demanda mundial de flores y plantas continúe aumentando en los próximos años.  Rabobank incluso predice un aumento del valor del consumo de casi el 50 por ciento. Países como Kenia, Etiopía y Colombia se convertirán en productores más importantes y también aumentará el cultivo de flores y plantas en Asia. Pero,  ¿qué significa todo esto para el futuro de un país productor de floricultura tradicional como los Países Bajos?

Surtido reducido

Joyce Lansbergen junto con su hermano Mike representa a la nueva generación dentro de LG Flowers, un reconocido productor de gerberas. La empresa familiar de la ciudad de Pijnacker cultiva 75 millones de gerberas cada año y tiene un fuerte enfoque en la comercialización. La compañía, que ha renovado su  apariencia, optó por operar a través de canales y eventos online. Cuando se le pregunta sobre el futuro, Joyce indica que ve a muchos emprendedores ya mayores y que, desde luego, no todos tienen un sucesor. "Creo que varias empresas no continuarán sus operaciones. Debido a los muchos nichos en la horticultura, me pregunto si esto llevará a una reducción en el surtido o si lograremos mantener el cultivo de estos productos de nicho". En cualquier caso, Joyce prevé que países como los Países Bajos se convertirán en demasiado caros para la producción de muchos productos de la floricultura. "Lo más probable es que los impuestos y salarios sobre la energía continúen aumentando. En ese caso, creo que será imposible seguir compitiendo con los productores en, por ejemplo, África. En algún momento, simplemente ya no podremos ganar dinero con productos estándar. Es por eso que tendremos que buscar productos que nos ayuden a distinguirnos en el mercado".

Joyce siente curiosidad por cómo se verá el surtido dentro de diez años a partir de ahora. "Personalmente, todavía me gustaría dirigir una empresa de floricultura para ese entonces, pero ofreciendo una variedad más variada que solo gerbera. Ahora tenemos más de cien variedades de gerbera, pero cuando se puede ofrecer una gama de productos más diversa, como suele haber en otros países, es mucho más flexible y puede satisfacer las demandas de los clientes con mayor facilidad". A lo que añade: "También veo grandes oportunidades para ciertos componentes como las preparaciones de vitaminas o los tipos de caucho aplicables. Tengo muchas ganas de empezar a trabajar con esas sustancias, ya sea además de las flores o como sustitución. Las gerberas son flores realmente hermosas, pero si necesito cultivar algo diferente a partir de mañana, porque esa es la mejor opción para la empresa o la sociedad, no tendría ningún problema con eso. En ese caso, el espíritu empresarial gana sobre el amor por un producto específico". Al mismo tiempo, Joyce se da cuenta de que cambiar los cultivos no será tan fácil. "Se trata de una herencia arraigada, en la que los invernaderos existentes, a menudo tienen una hipoteca. Si cambia los cultivos, también tendrá que cambiar su invernadero, lo que suppone un desembolso de capital elevado. Desafortunadamente, no es sencillo volver a empezar así, es todo un desafío". Joyce cree que las asociaciones con otros productores pueden ser una solución para resolver estos problemas de inversión.

Interesante para los inversores

Otro resultado del hecho de que los cultivadores más antiguos no sigan adelante con sus negocios es que muchos de los conocimientos específicos sobre el cultivo están desapareciendo con ellos. El retraso en el crecimiento de nuevos talentos en la horticultura también es motivo de preocupación. "Esto significa que somos más dependiente del conocimiento externo".

La elección de crecer de manera autónoma sería posible con el apoyo de inversores. 

En ese sentido, comenta: "Mediante el uso de modelos matemáticos y de gestión automatizada, será más fácil de realizar en el momento adecuado y lograr los mayores rendimientos y beneficios posibles. Además, como el resultado final depende menos de las personas a las que puede ofrecer mejores garantías, su empresa se volverá más interesante para los inversores que pueden ayudarlo a desarrollar su negocio".

Según Joyce, es importante que los empresarios se preparen para su propio futuro. "Pregúntese cuál será su valor añadido futuro. Y tome sus propias decisiones sobre cómo lograrlo."  Y añade que los temas que son importantes para los jóvenes están cambiando. "Hay más atención para el medio ambiente, no todo se acepta a su valor nominal en estos días y existe una creciente necesidad de transparencia al compartir datos."

Finalmente Joyce concluye: "Todo esto significa que hay muchas oportunidades para el sector hortícola. El nuevo mundo está ahí fuera, pero aún vivimos en el viejo. Es por eso que creo que debemos concentrarnos más en las conexiones y relaciones a largo plazo y tener el coraje de tomar decisiones que tengan un impacto más allá del mañana."