Los Floricultores de Lebrija, obligados a reinventarse

La falta de agua y la inestabilidad en el mercado han obligado a muchos profesionales del sector de la floricultura a reconvertirse y dejar la flor cortada para pasar a cultivar: pimiento de chile, papayas o pitahaya. Los floricultores de Las Marismas de Lebrija son el caso más representativo del cambio que está viviendo el sector de la floricultura en España. Tal y como señala COAG Sevilla, a la situación de inestabilidad del mercado tras la pandemia y la guerra de Ucrania se suma ahora la sequia que está sufriendo la cuenca del Guadalquivir, la más grave de toda España.

En cifras, en esta zona donde se encuentra una de las cooperativas más importantes con 528 socios, la cantidad de agua por hectárea en una situación normal sería de 6.000 metros cúbicos pero actualmente solo están recibiendo 1.750.

El pimiento de chile, la papaya o las pitahayas son algunos de los ejemplos de lo que han pasado a cultivar

Muchos de ellos iniciaron el cambio con la llegada de la pandemia y han decidido seguir adelante ya que con este tipo de producción la inversión es mucho más baja.

Por poner un ejemplo, los gastos que suponen 500 m de cultivo de flor cortada son de 2.000 euros pero, en cambio, a la hora de cultivar pimientos es 4 veces menor. Además con el paso a la agricultura convencional tienen más posibilidades de contar con ayudas.

En declaraciones realizadas a COAG podemos conocer el caso de Luís que comenzó como floricultor en la década de los 90: “teníamos campañas completas con buenos precios y ahora vamos a fechas concretas como el Día de Todos los Santos, el Día de la Madre o la Semana Santa, y esto cuando viene el año bueno, porque hay veces que hay mucha producción y no rompe el precio nunca. Sin embargo, el pimiento tiene un precio más o menos establecido con la Cooperativa de las Marismas”.

Caja de pimientos

No es el único caso

En la zona de Chipiona, otra de las grandes productoras de flor cortada en España, los tres últimos años se han reducido en un 40% las hectáreas cultivadas. Los floricultores han abandonado el 50% de los invernaderos en Andalucía. 

En Murcia la situación también empieza a preocupar y aunque la exportación de flor y planta viva ha aumentado 7% con 20,9 millones preocupa el precio del agua que ha supuesto un freno de mano  en la siembra de parcelas.

Tal y como desprende el informe publicado por la Federación Española de Asociaciones de Productores Exportadores de Frutas y Hortalizas, (Fepex) en el caso concreto de la flor cortada en España las exportaciones han superado los 39,3 millones de euros, de estas el 51% corresponden a Andalucía con 20.950.920 millones de euros.