Las Cortes Valencianas aprueba la Ley de Estructuras Agrarias

El pleno de Les Corts Valencianes aprobó por unanimidad la nueva Ley de Estructuras Agrarias de la Comunitat Valenciana, que será clave para superar debilidades estructurales y dotar al sector de herramientas que ayudarán a afrontar los retos del siglo XXI. Al Pleno asistieron representantes de las organizaciones agrarias. 

La nueva ley integra la normativa preexistente, tanto la autonómica como estatal y actualiza y desarrolla aspectos no contemplados en las leyes en vigor ya que introduce innovaciones mediante nuevos instrumentos para impulsar la mejora de las estructuras agrarias en la Comunitat Valenciana. 

Con esta nueva ley se favorece la movilidad de la tierra, se define el suelo agrario infrautilizado y ofrece alternativas para el uso sostenible del mismo. En este sentido se incluye también la creación de una red de oficinas gestoras de tierras lo que consolida y apoya a las experiencias de bancos de tierras existentes. 

De igual manera, con esta nueva ley se prevé la constitución de la red de tierras que contribuirá a contactar la oferta y la demanda de parcelas agrarias y movilizar el suelo. 

La Ley también ofrece herramientas de planificación e información para las políticas agrarias tales como los mapas agronómicos. También un plan de actuación sectorial, que sistematice la planificación integral en cultivos de regadío y secano; los parques agrarios, como figura adecuada para dinamizar y defender la actividad agraria en los sistemas locales periurbanos o la figura de la Iniciativa de Gestión en Común. 

Las explotaciones asociativas o agrupaciones de explotaciones con voluntad unitaria podrá acogerse a esta figura para poner en marcha un plan de gestión de cultivo en común donde se podrán ver beneficiadas con las nuevas medidas de reestructuración y beneficios fiscales. 

Así mismo, la ley contempla medidas de apoyo público a la reestructuración parcelaria para conseguir explotaciones con estructura y dimensiones viables e introduce incentivos fiscales más allá de los beneficios que considera la legislación estatal. Estos beneficios incluyen deducciones para transmisiones y cesiones de fincas rústicas a favor de profesionales de la agricultura, de igual manera las fincas incorporadas a las Iniciativas de Gestión en Común y a la Red de Tierras. 

En conclusión, la Ley de Estructuras Agrarias sienta las bases para un cambio estructural necesario de la agricultura valenciana, ya que es un estratégico que aqueja algunas debilidades como el minifundismo, la dispersión parcelaria, la excesiva relevancia de la agricultura a tiempo parcial, el envejecimiento o la falta de relevo generacional, junto a la escasa movilidad del mercado de tierras y la atomización de las estructuras comerciales, que sitúan a los productores en una situación de desventaja en la cadena de valor. 

La consellera de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural, Elena Cebrián, subrayó que esta nueva ley es “fundamental” para abordar cambios en los fundamentos que el sector productivo agrario valenciano “requería desde hace tiempo y que le fortalecerán frente a crisis como la critrícola actual”. 

En esta misma línea la consellera resaltó que el principal objetivo de la Ley es que sea “útil” para lograr explotaciones modernas, económicamente rentables y social y territorialmente sostenible, ya que comenta que es su principal objetivo. 

Además, esta ley favorece la promoción de la adaptación y mejora de los regadíos y medidas que fomentan el uso racional y eficiente del agua. También se incorporan las obras con objetivos ambientales, en relación a la adaptación y mitigación del cambio climático y se consideran la promoción de las energías renovables y las intervenciones para conectar el medio rural con la sociedad de la información y la comunicación.