Ante el cierre de establecimientos primero, y la reducción de la actividad a los servicios esenciales –y consecuentemente la aplicación de ERTES en muchas empresas –, los centros de jardinería se han visto entre la espada y la pared. Algunos de ellos han seguido trabajando estas semanas, intentando dar salida a sus productos a través del servicio a domicilio.
La forma mayoritaria de captar ventas estos días, con los establecimientos cerrados, ha sido mediante promociones en sus redes sociales y pedidos telefónicos, una actividad permitida por el gobierno. Incluso para algunas empresas la crisis del coronavirus les ha hecho potenciar su canal de venta online que hasta entonces era un elemento secundario en el día a día.
“Mayoritariamente se está ofreciendo una atención telefónica, y está representando muy poca venta”, explica Javier Gil-Vernet, General Manager de Jardinarium. Es la radiografía que hace de la actividad de sus asociados. Explica que como en otros sectores se han dado ERTES y que en muchos casos es el propietario el que acude a cuidar las plantas y “de paso enviar los cuatro pedidos que haya”. Respecto a la venta online, asegura que es todavía un servicio muy minoritario en el sector del retail de flor y planta ornamental.
Sin embargo, durante estos días, la venta a través de internet se ha mostrado como un buen aliado en algunos casos, como es el de Endanea Garden Center -afiliada a AliatGrup-, en Hondarribia, Gipuzkoa. Mari Carmen González, cuenta que en la tienda se han quedado a atender pedidos “solo las veteranas” y que no están parando de trabajar mediante los pedidos telefónicos y online, para los que han reducidos los costes del transporte. Ayer mismo tuvieron 40 pedidos. Remarca que la caja ha sufrido una gran caída, que poco tiene que ver la facturación con la de antes de la crisis del coronavirus, pero que su web de venta online les ha traído “nuevos clientes, gente que nunca había venido”.
Explica que han tenido un incremento de los pedidos online, y que ello les ha hecho poner este canal más en valor internamente, dado que antes del estado de alarma para ellos era todavía secundario. Eso sí, alerta de que hay dos cuestiones que están favoreciendo que funcione con mayor actividad: que no hay tráfico, y los paquetes llegan más rápido, reduciéndose los costes; y que “todo el mundo está en casa”.
Hablamos también con Jardeco, en Santa Cruz de Tenerife, que están realizando ventas a través del teléfono. Su gerente Giorgio Mazzucatto, cuenta que el cliente que está haciendo pedidos telefónicos es en un 90% cliente habitual. “Llevamos más de 20 años y hay un trato muy familiar con los clientes”, explica Mazzucato, quien explica que se trata de “compras pequeñas”.
El confinamiento ha supuesto una reducción del 80% en la facturación habitual y que la mayoría de la plantilla se haya quedado en casa. Jardeco -también en AliatGrup- contaba ya con la experiencia del reparto a domicilio y su propio equipo de reparto, un punto a favor en esta situación. Ese trato personal con el cliente antes mencionado les ha ayudado mucho, dado que determinados trabajadores atendían a clientes a los que habitualmente tratan, conociendo sus necesidades. Y una herramienta que les ha sido muy útil, explican, ha sido Whatsapp, con la que envían fotos de las plantas escogidas para cada pedido.