Plataforma Profesional. Portal Web y Directorio Impreso de Empresas, Productos y Servicios de Horticultura, Bricojardinería y su Industria Auxiliar.

La sorprendente proliferación de vegetación en Chernóbil

Exceptuando las especies más vulnerables, las plantas se recuperaron en tres años, incluso en las áreas más radiactivas por el accidente del reactor

30/08/2019 Autor: GuíaVerde

La catástrofe nuclear de 1986 en Chernóbil, revivida recientemente a través de la serie televisiva con el mismo nombre, causó miles de cánceres en personas, transformó la zona en una ciudad fantasma y la creación de una zona de exclusión de 2.600 kilómetros cuadrados.

A pesar de ello, la zona de exclusión de Chernóbil no está desprovista de vida. Y a excepción de las especies más sensibles, las plantas no murieron, sino que incluso en las zonas más radioactivas, se recuperaron pasados tres años desde el desastre de la antigua planta nuclear en el norte de Ucrania.

Si en las mismas zonas donde las plantas recibieron radiación, los humanos, otros mamíferos y las aves hubieran muerto rápidamente. Entonces, ¿por qué la vida de las plantas es tan resistente a la radiación provocada por este gran desastre nuclear?

Cómo lograron sobrevivir las plantas tras la contaminación por radiación

Para poder responder a esta cuestión, primero tenemos que entender cómo afecta la radiación de los reactores nucleares a las células vivas. 

El material radiactivo de Chernóbil arroja continuamente partículas de alta energía y olas que rompen las estructuras celulares o bien, producen sustancias químicas reactivas que atacan la maquinaria celular.

Una gran cantidad de las partes de una célula son reemplazadas cuando sufren daños, pero el ADN es una excepción esencial. 

Si las dosis de radiación son elevadas, el ADN se distorsiona provocando una rápida muerte de las células. Sin embargo, dosis un tanto más bajas pueden ocasionar un daño más leve en forma de mutaciones que alteran la manera en que funcionan las células, pudiendo incluso provocar que se vuelvan cancerosas, se multipliquen sin control y se expandan a otras partes del cuerpo.

Esto es algo que suele ser letal en animales, ya que sus células y sistemas están muy especializados e inflexibles.

En cambio, las plantas se desarrollan de forma mucho más flexible que los animales. Al no poder moverse, no tienen más opción que adaptarse a las circunstancias del entorno en el que se encuentran. En vez de tener una estructura rígida y definida como los animales, las plantas se van formando a medida que se desarrollan. Dependiendo del equilibrio de las señales químicas de otras partes de la planta y de las especies cercanas, además de las condiciones de luz, temperatura, agua y nutrientes, podrán crecer con raíces más profundas o con tallos más altos.

A diferencia de las células animales, la mayoría de células vegetales son capaces de crear nuevas células de cualquier tipo que la planta necesite. Cosa que supone que las plantas pueden reemplazar tejidos muertos o células mucho más fácilmente que los animales, independientemente de estar dañadas por la radiación. Y a pesar de que la radiación podría ocasionar tumores en las plantas, generalmente las células mutadas no son capaces de extenderse desde una parte de la planta a otras como hacen los cánceres. Además, en la mayor parte de los casos, no son tumores mortales, porque la planta encuentra maneras de trabajar alrededor del tejido defectuoso para poder sobrevivir. 

La vegetación en Chernóbil

Los niveles de radiación natural en la superficie de la tierra eran mucho más altos cuando empezaron a evolucionar las primeras plantas, por lo que la vegetación de la zona de exclusión puede recurrir a adaptaciones que se remontan a ese tiempo para sobrevivir.

En la actualidad, la vida está creciendo alrededor de Chernóbil. Las poblaciones de muchas plantas y especies animales son incluso más grandes que antes del desastre. Animales como osos, jabalíes y lobos han regresado a sus frondosos bosques.

Dada la tragedia asociada con Chernóbil en la que se perdieron tantas vidas humanas, aún resulta más sorprendente el resurgimiento de la naturaleza en la zona.  Pero aún lo es más el hecho de que el bosque de coníferas conocido como Bosque Rojo de Chernóbil, tras 30 años del suceso radiactivo, se ha regenerado casi por completo.

Para saber más sobre cómo lograron sobrevivir las plantas en Chernóbil tras la contaminación por radiación, se puede consultar este artículo en profundidad firmado por Stuart Thompson, profesor titular de la Universidad de Westmintertheconversation.com/why-plants-dont-die-from-cancer-119184