La Norma Granada, nuevo método de valoración oficial en Portugal

Nuevo hito para la Norma Granada de la Asociación Española de Parques y Jardines Públicos (AEPJP), que expande esta valoración económica de árboles, palmeras y arbustos ornamentales en el país luso. Este método cuenta con más de 30 años de aplicación y, en 2020, fue revisado y adaptado a las nuevas tendencias y realidades.

A través de la aprobación mediante la ley portuguesa de arbolado urbano, el régimen jurídico del bosque urbano portugués ha incorporado esta herramienta que contempla diversos factores que atribuyen valor a los elementos vegetales, como aspectos paisajísticos, ambientales, sociales y culturales.

Desde la APAP (Associação Portuguesa de Arquitectos Paisagistas) han transmitido a la AEPJP su interés en la Norma Granada. En este sentido, han comenzado conversaciones para un acuerdo de colaboración que permita traducir la norma al portugués y realizar una adaptación para mejorar su aplicación.

Por su parte, el presidente de la AEPJP, Pedro Calaza, ha agradecido al Gobierno portugués que hayan considerado la Norma Granada como “documento de referencia”. «Estamos abiertos a cualquier tipo de colaboración para la mejora del conocimiento y la aplicación en materia de arbolado urbano, especialmente un país con el que siempre hemos tenido una formidable relación, especialmente por nuestra empatía cultural y social», ha añadido.

La actuación en materia de arbolado urbano y patrimonio arbóreo de Portugal se subordina a los principios de protección y de la función social y pública, que consagra los elementos ecológicos, ambientales y climáticos de los árboles y la biodiversidad asociada.

El artículo 17 de la Ley establece una serie de medidas de compensación para contribuir al mantenimiento del medio ambiente y garantizar el desarrollo de la infraestructura verde:

• Si un conjunto de árboles es afectado por trabajos de reparación o por operación urbanística que hace imposible el mantenimiento in situ, debe ser compensado por su trasplante o plantar una superficie de arbolado equivalente en el mismo municipio.
• Si hay que valorar un árbol o un conjunto de árboles para determinar la compensación por la tala o daños causados por costo-beneficio, se debe hacer de acuerdo con los principios rectores de la norma.
• En caso de tala, es obligatoria la reposición de árboles que dupliquen el nivel de secuestro de CO2. Preferentemente se utilizarán árboles nativos del municipio.

Pedro Calaza, director de la Normada Granada 2020
Pedro Calaza, actual presidente de la AEPJP y consultor, dirigió la revisión de la Norma Granada. Un proceso que culminó en 2020 y que introduce a esta herramienta nuevos enfoques para la gestión de los bosques urbanos.

Esta nueva versión de la Norma Granada también contó con la implicación de la Junta Directiva de la AEPJP, profesores de tres universidades, profesionales y estudiantes del grado en Ingeniería Agrícola y Forestal.

La propuesta dirigida por Calaza pretende converger con los planteamientos contemporáneos, con la importancia actual de los bosques urbanos, subrayados por la FAO, especialmente para fortalecer la generación de servicios ecosistémicos y limitar en la medida de lo posible los diservicios.

La tercera revisión de la Norma Granada integra una nueva forma de entender y valorar el arbolado. Esta herramienta tendrá una respuesta importante en la gestión de los bosques urbanos, porque en definitiva aumentará su valor y funcionalidad ecológica, ambiental y social.

Pedro Calaza ha indicado que la última revisión de la Norma Granada es «sólo otra semilla más que debe desarrollarse». «Espero que dentro de algunos años, se identifiquen y cambien aquellos aspectos que, estoy seguro, se conviertan en anacrónicos o simplemente se estime un planteamiento mejor».