Jardinería, un negocio ajeno a la crisis

El modelo de construcción, con zonas verdes incluidas, implantado en los últimos 10 años en Mallorca y la reconversión de albañiles en paro como cuidadores de jardines propicia que el sector no esté notando la recesión.

La jardinería está experimentando un importante auge en Mallorca y es uno de los pocos sectores que no nota la crisis económica. El número de empresas se ha duplicado en pocos años, y en la actualidad ya se contabilizan en torno a las 300. La mayoría son autónomos que se dedican al cuidado de pequeños jardines particulares y de edificios de viviendas con zona verde comunitaria. Se calcula que el volumen de negocio, incluyendo las empresas dedicadas a la jardinería a gran escala y los autónomos, oscila entre los 80 y los 100 millones de euros anuales. El principal motivo de esta expansión es el cambio de modelo constructivo donde la mayoría de fincas de viviendas y chalés que se han construido en los últimos años cuentan con zona verde y piscina común.

Esta situación ha provocado otro fenómeno: el reciclaje de trabajadores de la construcción a la jardinería. Los albañiles que trabajaron a destajo para construir a diestro y siniestro en Mallorca durante el boom inmobiliario de la última década, ahora se están reconvirtiendo con el objetivo de salir de las listas del paro. Una gran cantidad de ellos se han hecho jardineros y en los últimos 5 años han nacido numerosas empresas de este sector, básicamente autónomos que se dedican al cuidado de varios jardines comunitarios.

"Hace 30 años ­–explica Abed Zamrik, presidente de la Asociación Balear de Empresarios de Jardinería (ABEJA) y gerente de Viveros Isla Verde– las grandes construcciones no contemplaban jardines, pero desde hace 10 o 15 años se han construido muchas fincas con jardín comunitario que necesitan a una empresa que lo cuide. Muchos albañiles que se quedaron sin trabajo ahora se dedican a la jardinería".
La asociación cuenta con 38 empresas inscritas, esencialmente las de más larga tradición. La gran mayoría de autónomos, que en los últimos tiempos han aterrizado en el sector de la jardinería, todavía no forman parte de la patronal.

Se da la paradoja de que algunos jardineros que ahora cuidan los árboles y las plantas de promociones inmobiliarias, fueron los encargados de levantar los muros de las viviendas en su época de paletas.

Joan Moragues, propietario de Mallorca Garden, una de las empresas de jardinería más antiguas de Mallorca, recuerda como "la crisis de la construcción puso hace unos años a mucha gente en la calle. La fórmula que están utilizando estos trabajadores para salir del desempleo es el cuidado de jardines o hacer de pintores de casas". Para montar una pequeña empresa de jardinería no se necesita mucha infraestructura y la inversión es relativamente asequible. "Con unos 20.000 euros puedes empezar a trabajar. Una furgoneta y las herramientas básicas son suficientes para ganarte la vida", relata Jorge Gómez, jardinero con empresa recién creada.

Cambio de modelo constructivo

Desde hace dos décadas la fórmula de construcción ha cambiado de forma importante en la isla. La llegada de extranjeros, especialmente británicos y alemanes, que fijaron sus residencias en las islas, propició la inclusión de jardines en las viviendas. En muchos casos son jardines de diseño, con especies arboladas que necesitan del cuidado de profesionales, ya que la mayoría de propietarios no cuenta con los conocimientos para acometer los trabajos de jardinería. Aquí entra la figura del jardinero profesional, que se encarga de asumir todo el servicio, mientras que el propietario sólo debe encargarse de pagar y disfrutar de su zona natural.

Joan Nadal, gerente de Jardins de Tramuntana, una de las empresas más importantes de Mallorca que mueve unos 12 millones de euros al año, explica el cambio que ha experimentado la jardinería en la isla: "En los últimos años se está produciendo un boom de la jardinería a raíz de las influencias del turismo. Antiguamente era impensable que se gastasen 1.500 euros al mes para mantener el jardín, y ahora eso ocurre". Nadal explica que su empresa cuenta con 80 trabajadores, entre los que están aparejadores, naturalistas y paisajistas para realizar jardines de diseño. Para cada jardín se realiza un proyecto acorde con el lugar donde va a estar y a juego con la construcción adosada. Se estudian hasta los mínimos detalles del proyecto. Jardins de Tramuntana trabaja básicamente en jardines privados.

Existen dos modelos de empresas de jardinería, los pequeños autónomos encargados de pequeños jardines privados y de fincas de pisos con zonas verdes comunitarias, y las empresas de volumen dedicadas a grandes jardines de diseño. La mayoría de estas últimas asume el ajardinamiento de zonas públicas a cargo de la administración. El presidente de ABEJA, Abed Zamrik, comenta que en el caso de jardinerías que trabajen con la administración pública existen pocas debido a que necesitan los certificados necesarios para poderse presentar a los concursos públicos.

Varios empresarios de jardinería se quejaron de que en los últimos tiempos están sufriendo una especie de "competencia desleal" por parte de las grandes constructoras. Desde el momento en que ha disminuido de forma importante el trabajo en la construcción, estas grandes empresas han creado sus propias secciones de jardinería para acometer los trabajos en sus proyectos. Ello está provocando que ya no contraten a las entidades dedicadas exclusivamente al sector de la jardinería. Los empresarios explican que en el último año, a raíz de que las grandes constructoras han implantado su propia sección de jardinería, han tenido que realizar un pequeño viraje en su mercado de clientes. Han acudido a los particulares debido a la falta de contratas con las empresas de construcción.

Cuidado de piscinas

Los jardineros tampoco se han quedado quietos y han puesto en el mercado nuevos productos. La mayoría de empresas, además de jardines, también asumen el mantenimiento y cuidado de piscinas y saunas.

Los edificios de viviendas que cuentan con jardín comunitario también tienen en sus instalaciones piscinas para el uso exclusivo de los residentes en la finca. El mantenimiento tanto de los jardines como de las piscinas, al ser un edificio de muchos propietarios, es gestionadp por la comunidad de vecinos. Esta entidad es la que se encarga de contratar a una empresa de jardinería para que mantenga en buen estado la zona verde, arbolado y piscina para el disfrute de los residentes del edificio.

El coste del mantenimiento de un jardín puede variar mucho, dependiendo de la extensión, de las especies sembradas y de si cuenta con piscina y sauna. Mantener un pequeño jardín de unos 20 metros cuadrados sin piscina y con pocos árboles puede costar en torno a los 200 euros mensuales a su propietario. En cambio, jardines de grandes residencias, hoteles con grandes extensiones de arbolado, césped, setos, arbustos y piscina puede superar los 1.500 euros mensuales.

El jardinero Jorge Gómez definió muy bien el cambio de mentalidad sobre el negocio de la jardinería: "El patio con las cuatro macetas que cuidaba el propietario ha pasado a mejor vida. La gente que puede permitirse un jardín prefiere un profesional".