Investigadores testearán una gomaespuma hecha con la paja del trigo en el riego de viveros

Un equipo de investigación de la Universidad de Córdoba ha logrado desarrollar una espuma de poliuretano -conocida coloquialmente como gomaespuma- a partir de la paja del trigo, que será testada en viveros de plantas como sistema de riego. Según explica una de las autoras de este proyecto, Esther Rincón, “en lugar de regar la planta, y con el objetivo de evitar problemas de sequía o exceso de riego, inyectaríamos el agua en la espuma para que la planta la tome conforme la necesite".

Desde la universidad destacan que “cada año se producen en el mundo alrededor de 734 millones de toneladas de paja de trigo, un residuo abundante, barato y sin una aplicación bien definida hasta la fecha”. Con esta materia han logrado crear una gomaespuma alternativa a la fabricada a partir de productos derivados del petróleo, que posee múltiples usos en el sector de la construcción y automoción como sellador, aislante térmico y acústico.

Desde la universidad destacan que cada año se producen 734 millones de toneladas de paja en todo el mundo

El nuevo trabajo, publicado en la portada de la revista Polymers, y en el que también ha participado el Centro de Investigación de Polímeros Avanzados (CIPA) de Chile, ha dado una segunda vida a estos residuos de trigo, a partir de los cuales, mediante un proceso de licuefacción, se ha conseguido obtener polioles, uno de los compuestos clave que participan en la reacción química que genera las espumas de poliuretano, explican desde la entidad académica.

Los investigadores señalan que hasta la fecha el aceite de ricino ha sido “uno de los principales candidatos en la carrera por la obtención de una espuma de poliuretano sostenible capaz de prescindir del petróleo”. El problema, explica Esther Rincón, es que este aceite vegetal "no ofrece un endurecimiento y secado completo cuando se expone al aire", una de las claves para la correcta formación de la gomaespuma.

El proyecto propone sustituir al 50% este aceite de ricino por paja de trigo, con unos resultados que ofrecen unas características muy similares a las generadas por los métodos convencionales de fabricación en los que se usan compuestos no renovables. "Hemos conseguido obtener parámetros muy deseables en la preparación de espumas, convirtiendo el 96% del trigo empleado con un rendimiento casi máximo", explica Rincón. Además, el equipo ha obtenido, apuntan, unos niveles de biodegrabilidad superiores a las que se alcanzan con los productos que se comercializan en la actualidad, por lo que el material tarda menos tiempo en descomponerse.

Esta nueva espuma podría tener una gran variedad de aplicaciones e incluso fabricarse con otro tipo de biomasa, pero de momento el grupo de investigación, en una segunda fase del estudio, las empleará en viveros de plantas como soporte para el crecimiento de éstas.