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Fernando Pozuelo y los jardines como obra artística

Entrevista con el reconocido paisajista español para hablar de sus proyectos y su visión sobre esta profesión

06/03/2020 Autor: GuíaVerde

“Busco crear jardines que nos ayuden a recordar de dónde venimos”. Es la visión que tiene el reconocido paisajista español Fernando Pozuelo de su disciplina profesional. Hablamos con Pozuelo sobre su estilo, la evolución del mismo y cómo no, de sus proyectos.

Pozuelo con más de dos décadas de trabajo en esta disciplina cuenta a GuíaVerde que hace algunas semanas “el azar o el destino” le hizo pasar por delante de uno de los trabajos que realizó hace una década en el Palacio de Congresos del Paseo de la Castellana de Madrid.

Es la anécdota con la que nos explica cómo ha evolucionado su mirada sobre el paisajismo. Indica que gracias a este encuentro fortuito con aquel proyecto “pude recordar la senda que ya en aquel entonces empezaba a recorrer en mi sueño de elevar el paisajismo al nivel de arte, y me di cuenta que aquel proyecto en particular marcó un hito decisivo en ese camino, pues me permitió trabajar en complicidad inspirativa con una figura del calibre de Joan Miró, cuyo mural preside y otorga carácter propio al edificio del Palacio de Congresos”.


“10 años han pasado, y sigo enamorado de aquel proyecto, si bien, mi obra, lógicamente, ha evolucionado muchísimo en ese tiempo, y aunque las huellas de lo que ha venido después son bien reconocibles, sólo es ya en cierta forma el germen de lo que son actualmente los jardines y paisajes que diseño”, apunta Pozuelo. Al mismo tiempo destaca que actualmente en su estudio, Fernando Pozuelo Landscaping Collection, cuenta con un equipo de expertos multidisciplinar “alineado con mi visión del paisajismo, y sigo persiguiendo el sueño de dar forma a jardines maravillosos, que se acerquen a la utopía, que sean un remanso de paz, armonía y unidad con el medio”.


Sobre su estilo o forma de pensar en su profesión, apunta que hace 20 años imaginó “un planeta en el que los jardines formaran parte de nuestras emociones, y desde entonces he dedicado mi trayectoria profesional como paisajista a convertir en realidad los sueños de quienes anhelaban tener un jardín maravilloso, una obra de arte viva que se convierta en un legado perdurable. Busco crear jardines que nos ayuden a recordar de dónde venimos, que nos evoquen momentos mágicos que hemos vivido y reflejen, de una manera artística, nuestra relación con la naturaleza”.


Fernando Pozuelo explica los que para él son sus proyectos más destacados:

 

CASA DECOR (2016). Madrid

Se trata del proyecto que preparamos para participar en la 51 edición de Casa Decor, que consistió en la decoración del patio principal del Palacio de Atocha, sede central del evento, y que bautizamos como “El dulcísimo Jardín de Zara”.  La propuesta que llevamos se basó en la construcción de un jardín escénico, con un diseño axial al más puro estilo nazarí, y que constaba de dos perspectivas visuales cruzadas. Los materiales utilizados en esta obra destacaban por ser de primeras calidades y hechos en exclusiva para la ocasión. La iluminación fue diseñada a medida y estaba compuesta por un dosel de siete lámparas, de tres formatos diferentes, pero todos a juego con el resto del conjunto que se suspendían en el aire con un sistema de cables acerados. Además, todos los juegos de agua estaban dotados de iluminación, bien LED o por proyectores acuáticos.


La estructura varietal del espacio tenía como finalidad crear frescor y verdor mediante el empleo de especies de textura vaporosa y colores claros que favorecían la entrada de luz al espacio, cuyo fondo cromático era el verde oscuro de la fachada. Sobre esta base cromática, se introdujeron toques florales y aromáticos para potenciar la experiencia de belleza y de contacto con la naturaleza.

 

LA BORDA DEL MENTIDERO (2019). Ronda de la Comunicación, 5. Madrid.

En su diseño primó la base orgánica y natural, con matices de singularidad y modernidad, que permite estructurar todo el entorno, recreando un paisaje de coníferas y frondosas (cedros y abedules) en cotas entre 650 y 1500 metros de altitud capaces de abrigar a la cabaña, unido a diversas especies de cromatismos rojizos, naranjas y amarillos (rus, nandina, pyrus, serbal, parra virgen y vides), y el rincón de huerta que une conceptual y mediante su consumo el jardín con el restaurante. El diseño natural, queda apoyado por elementos como la madera, dispuesta en vallas, panelados y fachadas, y el terrizo tipo jabre para los pavimentos y áreas de tránsito.


El cromatismo del jardín que se disfruta de día, se trasforma por la noche en calidez mediante una iluminación artística mediante balizas y proyectores de luz indirecta, que permite disfrutar de un entorno relajado y acogedor. La finalidad última de la obra, por tanto, fue la creación de un lugar íntimo de disfrute, adaptado a las condiciones de uso, a las características naturales de la zona, y al propio y singular entorno que lo rodea.


JARDIN RYAD (2016).
Madrid.

En este proyecto el reto consistió en actualizar una antigua casa de campo para reconvertirla en un oasis de sosiego, interviniendo en fachada, pavimentos y obra civil, piscina, estructuras metálicas, jardinería, riego e iluminación y mobiliario. Pero el principal reto fue recrear el sueño de los propietarios, de nacionalidad española, que sin perder sus profundas raíces culturales hispanas, quería poder gozar de las sensaciones de un jardín nazarí.


Eso nos llevó a pensar en un jardín único, por la creación de un conjunto bello, con una delicada mezcla que simbolizara la paz entre culturas. Se diseñó un patrón clásico con forma de cruz, que por una parte se repitió en estructuras de luz (balizas y almenaras árabes, que dialogaban con inscripciones epigráficas que recuerdan a la caligrafía cúfica de la Alhambra) que a su vez aparecen en bajorrelieves ubicados en los muros metálicos y que por otra parte respondía a una estructura clásica renacentista con estructuras lineales, extensiones de césped en forma de cruz (atravesada por una acequia nazarí) y con perspectivas axiales. El conjunto paisajístico responde al estilo mediterráneo por el empleo de especies como el ciprés, la encina, la lavanda, el tomillo, el jazmín, el naranjo, las margaritas y la hierbabuena.