Plataforma Profesional. Portal Web y Directorio Impreso de Empresas, Productos y Servicios de Horticultura, Bricojardinería y su Industria Auxiliar.

El sector verde muestra su preocupación en las Jornadas sobre la Xylella Fastidiosa

La jornada congregó a multitud de viveristas, horticultores y agricultores valencianos y empresarios del mundo de la jardinería

10/03/2017 Autor: GuiaVerde.com

El jueves 9 de marzo tuvo lugar en el Salón de Actos de Feria Valencia una jornada pionera en España sobre la Xylella Fastidiosa, organizada por la Asociación Profesional de Flores, Plantas y Tecnología Hortícola de la Comunidad Valenciana (ASFPLANT) y por la Consellería de Agricultura de la Generalitat Valenciana.

 

Dicha Jornada congregó a multitud de viveristas, horticultores y agricultores valencianos y empresarios del mundo de la jardinería.

 

 

 

Vicente Marzá, Subdirector General d’Agricultura i Ramaderia, comenzó las Jornadas avisando de que ésta será la enfermedad que cambiará todo lo referente a la sanidad vegetal, pues así como antes las enfermedades solían afectar a una sola especie, el caso de la Xylella Fastidiosa es distinto y no tiene precedentes, pues se trata de una bacteria polífaga que puede llegar a más de 300 huéspedes identificados hasta ahora, aunque podría haber más.

 

 

 

 

A continuación tomó la palabra la Dra. Esther Marco, del Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA), que informó al sector sobre ciertos aspectos referentes a la bacteria, haciendo especial hincapié en su difícil detección, la sintomatología y la toma de muestras para que los viveristas puedan enviarlas a analizar de forma periódica.

 

 

Describió también los dos vectores (insectos chupadores de savia) que se sospecha puedan ser los principales transmisores de la enfermedad, la cual remarcó que “no tiene cura, pero que tampoco se puede convivir con ella a coste cero (tal y como ocurre en Norte América)”.

 

 

La Doctora insistió también en que se trata de una amenaza global que requiere de soluciones globales.

 

 

A continuación, Amparo Ferrer, del Servicio de Sanidad Vegetal, habló sobre el protocolo europeo en el caso de plagas y enfermedades, con el que se ha hecho una excepción en Italia (primer país europeo en el que se detectó la bacteria, en 2013), en el que se han aplicado medidas de contención.

 

 

Unas medidas que sin embargo son drásticas, pues consisten en aislar la zona infestada y en establecer lo que se conoce como una “zona tampón” alrededor de dicha área, en un espacio de 10 km a la redonda. En la zona infestada, primero se aplicaría un tratamiento que garantizase la eliminación de los vectores para proceder a continuación a arrancar las plantas.

 

 

Los agricultores, horticultores y viveristas mostraron tras las ponencias y durante la ronda de preguntas su preocupación ante la falta de instrucciones para actuar en sus viveros y plantaciones, pues solamente se les requirió por parte de la Consellería una vigilancia constante y envíos continuos de muestras, algo que sin embargo no podría proteger sus cultivos en el caso de que se detectase la bacteria en sus plantaciones.

 

 

Los viveristas exportadores mostraron también su inquietud por varias razones: por un lado, hipotetizaron acerca de la posibilidad de que, al igual que está ocurriendo ahora mismo en las Islas Baleares, se les prohibiese la exportación al extranjero; por otro lado, reclamaron ante la Consellería algún tipo de certificado que les garantice ante sus clientes extranjeros que como empresa responsable han tomado todas las medidas de precaución para evitar la infección de la bacteria en sus plantaciones, temiendo futuras acusaciones de sus clientes europeos, y el consecuente desprestigio del sector nacional.

 

 

Desde la Consellería se limitaron a afirmar que “la sintomatología es aún tan inespecífica que ante la duda solamente queda muestrear y testar”. Estas son, por ahora, las acciones más importantes que se encuentran dentro del Plan de Contingencia Valenciano establecido el pasado verano, además del control e investigación sobre los vectores mediante trampas en las zonas consideradas “calientes”.

 

 

 

 

 

En definitiva, existe un temor generalizado sobre las graves consecuencias tanto económicas como ambientales que tendría la infección por parte de la bacteria en los cultivos valencianos, una situación que por ahora, no podría afrontarse con los suficientes medios como para salvaguardar los negocios de viveristas, agricultores y horticultores.