Cuando una ciudad necesita más espacios verdes, pero no dispone de suficiente espacio ¿Qué se puede hacer? Se trata de un problema común entre las ciudades grandes y con mucha densidad de población, pero cada vez más están haciendo por adaptarse a las necesidades ambientales actuales, afectadas por los altos niveles de contaminación atmosférica y sonora.
Esta es la razón por la que el pasado lunes, el Ayuntamiento de la segunda ciudad del país desveló que su “Plan Verde”, en el que ya llevan inmersos unos años, doblaría el número de árboles que tiene la ciudad en la actualidad, incrementando el espacio verde en dos tercios, y le brindaría a cada ciudadano un metro cuadrado extra de área verde.
La iniciativa, que está recibiendo muestras de admiración internacional, ha sido bautizada mundialmente con el nombre de “City Lab” y planea aumentar los espacios verdes en la ciudad en 44 hectáreas para 2020 y en 160 para 2030, un modelo que apunta a ser un ejemplo a seguir para el resto de ciudades europeas.
Y es que el problema de Barcelona no es solamente la falta de parques, sino que sus zonas verdes están distribuidas por la ciudad de forma muy desigual. La mayor parte de los parques de la ciudad se encuentran en las laderas montañosas, a las afueras de la ciudad, lejos de la agitada actividad del centro. De hecho, la diferencia de temperatura entre el centro de la ciudad y las afueras puede llegar a variar hasta 7ºC.
Otro de los objetivos de este plan verde es hacer la ciudad más soportable en verano, pues en los meses de calor, y debido sobre todo a la gran cantidad de aparatos de aire acondicionado encendidos, la ciudad se vuelve extremadamente calurosa y seca.
Se ha planificado espacio para cinco nuevos jardines que estarían a su vez enlazados mediante corredores verdes a través de los que también fluiría la fauna urbana y generarían un ambiente fresco y acogedor. El plan es desviar una parte del tráfico que hoy se encuentra en la superficie por túneles.
Las cubiertas ajardinadas reducirían a su vez el deslumbramiento del sol y las enredaderas se extenderían a través de los muros refrescando sus inmediaciones.
La creación de estos cinco jardines son un ejemplo de cómo encontrar espacio donde aparentemente no existía.
Además, la ciudad ha puesto en marcha un plan de cincuenta becas de 1.500 € con la intención de que se fragüen distintos planes para enverdecer los tejados de la ciudad.
En definitiva, el Plan Ambiental de Barcelona abarca toda una serie de microplanes “verdes” que van a ser puestos en marcha con la intención de transformar la ciudad en un hábitat más sostenible, más verde, más fresco y sobre todo más humano.
Ver el Plan Verde Barcelona "City Lab"