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El picudo rojo de las palmeras tiene solución y son los nemátodos entomopatógenos Exhibitline SC®

las técnicas de Bioline Iberia de la zona Mediterránea, Mercedes Lorca y Francesca Laurini nos dan las claves para el control de tan temida plaga

05/05/2022 Autor: Bioline Iberia

El Picudo rojo (Rhynchophorus ferrugineus) es un voráz curculiónido que está causando estragos en todo el conjunto de palmeras distribuidas por la geografía mediterránea española y algunas partes del sur de Europa, siendo miles las palmeras afectadas y destruidas por esta plaga. Los adultos del picudo rojo pueden provocar daños en las hojas debido a su alimentación, pero los daños más importantes son los causados por las larvas. Las larvas pasan toda su vida en el tronco. Los primeros signos de infestación y daños son apenas perceptibles y solo se dejan ver en una etapa avanzada.

En este artículo, las técnicas de Bioline Iberia de la zona Mediterránea, Mercedes Lorca y Francesca Laurini nos dan las claves para el control biológico de tan temida plaga mediante el uso de Exhibitline SC®Bioline Iberia es líder mundial en biosoluciones tecnológicas para el control de distintas plagas. Según nos comentan Lorca y Laurini, Exhibitline SC® contiene infectivos juveniles del nematodo entomopatógeno Steinernema carpocapsae, que se utiliza principalmente para el control de larvas de diversas especies de escarabajos (gorgojos, picudos, gusanos de alambre o gusano cabezudo), así como lepidópteros (gusanos grises, Pysandisia o Duponchelia) y otras plagas como Típulas, chinches, psylas y cochinillas y pulgones de raíz. Son inofensivos para los cultivos, los seres humanos, el medioambiente y otros insectos beneficiosos.

Estos nematodos localizan a los hospedantes mediante la detección de dióxido de carbono y otros productos de desecho y penetran a través de las aberturas corporales naturales y liberan su bacteria simbiótica en el interior de la larva, que produce una enzima que al activarse le causa la muerte por septicemia en unas horas. Desarrollan varias generaciones hasta agotar los nutrientes, cuando producen nuevos infectivos juveniles que abandonan al hospedador para buscar nuevas presas.