"El impacto ha sido enorme, las floristerías no tienen ingresos"

Las floristerías, al igual que otros negocios afectados por el estado de alarma, cuyos productos no son considerados de primera necesidad por el Gobierno, se han visto muy afectadas por la crisis del COVID-19. Hablamos con la directora de la Asociación Española de Floristas (AEFI) , Olga Zarzuela, sobre cómo están afrontando este golpe inesperado y sobre las necesidades que se requieren para salir adelante. Zarzuela asegura que el sector precisará de mucho apoyo público y promoción, pero no quiere ser negativa: "Será duro pero no queremos ser pesimistas. Saldremos, seguro que saldremos".

¿Cómo ha afectado la crisis del coronavirus al sector de los floristas?

El impacto ha sido enorme puesto que las floristerías en su mayoría han tenido que cerrar por el estado de alarma y la situación es, como la de muchas empresas, que no tienen ingresos. Una parte menor sí que está haciendo comercio online, pero es una cantidad bastante inferior a la habitual porque la demanda también ha disminuido. La primera semana sí que hubo algo más de pedidos, relacionados con funerales. Pero respecto a esto último, el decreto también ha prohibido las ceremonias funerarias y ese servicio se ha visto también muy reducido. Hay cero ingresos para la mayoría, con las pérdidas que supone en nuestro sector el tener un producto perecedero y que sin ninguna previsión tengas que cerrar. Es la época más importante en nuestro sector, con el inicio en marzo de las bodas; además había previsiones de más compras por el Día del Padre, que está en peligro. Se han dado las cancelaciones de las Fallas, otros eventos culturales, Semana Santa, Sant Jordi…

¿Qué medidas necesita el sector para salir de la crisis? ¿Debería tenerse en cuenta al sector para las aperturas de negocios que se aprueben?

La apertura tendrá que ser cuando por seguridad y sanidad se pueda hacer. Lo primero para nosotros es la salud de todos, de los ciudadanos, los propios floristas y los clientes. No tenemos intención de abrir antes de que sea seguro. Lógicamente cuanto antes mejor, pero que sea porque todo ha pasado, porque estamos en unas condiciones seguras. Hay sectores que están pidiendo que se les permita abrir. Nosotros desde la asociación, desde luego lo primero es la seguridad y la salud.

En segundo lugar es necesario que los floristas, como autónomos que son, tengan liquidez para afrontar todos los gastos fijos que están teniendo. Nosotros desde la asociación lo que estamos haciendo es un trabajo muy intenso, un trabajo de conocer toda la legislación que se está publicando, prácticamente a diario, para transmitírsela a los socios de una forma resumida y comprensible. Intentamos también solucionar dudas y vacíos legales, que son normales en unas medidas que se adoptan con un carácter general para todos, y que hay veces que plantean dudas de interpretación. En esos casos tenemos una comunicación directa con el Ministerio de Comercio y con Presidencia del Gobierno con los que hemos estado en contacto también para intentar solucionar problemas. Al mismo tiempo se han estado pidiendo medidas y ayudas a todas las Comunidades Autónomas, puesto que las del Gobierno estamos ayudando a implementarlas, explicándolas a los floristas. Se está dando mucha información sobre el cese de actividad, ERTES, las moratorias de hipotecas y el alquiler, que también es aplicable a los autónomos.

Pero esas medidas no son suficientes. La mayoría va a cobrar 661 euros por el cese de actividad, que no llega ni al salario mínimo. Estamos pidiendo a las CCAA que den más ayudas, directas, además de las que hay para obtener liquidez a través del ICO, que al final lo que generan es más crédito. Lo que queremos son ayudas directas que ya están dando algunas CCAA, como Madrid, Cantabria, Comunidad Valenciana o Cataluña. Pero se agotan en horas y por tanto estas medidas tampoco son suficientes. Es necesario que los floristas tengan liquidez y que a su vez puedan pagar a sus proveedores, porque si no al final se va a ocasionar un caos en todo el sistema.

¿El sector ha tenido otra alternativa como el comercio electrónico, la venta a domicilio, o ha podido dar salida al producto de alguna otra forma?

Hay floristas que por teléfono han podido atender pedidos. Pero cuando tienes que comprar flor es muy difícil calcular, y además hay algunas que han cerrado por precaución y responsabilidad. El problema es que la demanda ha caído. Tenemos conocimiento de que muchos han repartido flores en hospitales, supermercados, a personas que están haciendo un gran esfuerzo, pero para no tener que tirar esa flor. En el tema funerario algo que se está haciendo, como por ejemplo los ramos de condolencias que se envían a casa a las familias, pero bueno ese trabajo es menor comparado con lo que conlleva una corona.

¿Qué retos afronta el sector?

En parte ahora nuestros comercios tendrán que adaptarse. El primer punto es la fecha en la que se pueda abrir con seguridad. A partir de ese momento por ejemplo se está planteando posponer el Día de la Madre y eso requerirá un gran consenso del sector y de todo el comercio si es posible, pero todo dependerá de la fecha en la que se pueda abrir.

Muchos retos son ya antiguos y se hacen más necesarios. Por ejemplo va a ser muy importante la campaña de apoyo al comercio, a la floristería, es algo que ya veníamos reivindicando porque el pequeño comercio ya venía pasando por dificultades como consecuencia de la crisis y los nuevos modelos de consumo. También la crisis de la última década puso de manifiesto la necesidad de adaptarse a la digitalización, pero ahora es todavía más necesario. No puedes cerrar la tienda y crearlo de la noche a la mañana.

Va a ser difícil. El consumo se va a resentir porque las economías de todas las familias están afectadas casi de forma generalizada, con más intensidad que con la crisis económica, pero también confiamos en que haya más ayudas. Estamos muy pendientes de las que puedan venir de Europa y ceo que por parte del Gobierno habrá más ayudas y medidas. Lo primero que hay que apoyar es a las empresas para recuperar el empleo, que la economía siga fluyendo. Será duro pero no queremos ser pesimistas. Saldremos, seguro que saldremos.