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El Festival de Patios de Córdoba muestra a los visitantes el interior de 43 casas de Córdoba

Intimidad abierta al público hasta el 15 de mayo

06/05/2011 Autor: El Pais

Las casas en Córdoba miran hacia adentro. Son de herencia árabe y, por tanto, las fachadas no se distinguen por su riqueza. Sobrios muros encalados. Ventanas enrejadas. Cubiertas de tejar. Pero cuando se cruza la puerta de entrada y el zaguán, la historia cambia. En las viviendas tradicionales, se entra en un espacio íntimo dominado por el patio, las plantas, las flores y el agua. Y en primavera, especialmente en mayo, toda esa exuberancia, más bien disimulada en la calle, explota dentro.

Aprovechando los días de las mejores flores, los vecinos abren sus casas para las visitas. Eso es, en resumen, el Festival de los Patios. Hasta el 15 de mayo, cordobeses y turistas pueden conocer 43 patios distintos de varias zonas del casco histórico, uno de los más grandes de Europa. Aunque, a diferencia de otros años, esta primavera algunos patios estarán abiertos más días. Y es que no es un mes de mayo normal. Córdoba es candidata para ser Capital Europea de la Cultura en 2016. El 3 de junio, el jurado visita la ciudad y el Ayuntamiento quiere que los patios, uno de los elementos más típicos y singulares, estén abiertos. Por ello, todos aquellos que sean premiados (máximo de 28), tendrán que abrir al público más fines de semana.

Uno de ellos podría ser el de Francisco Leiva, en el 22 de San Basilio, en el barrio del mismo nombre, una especie de pueblecito dentro de Córdoba que está encajonado entre la muralla y las Caballerizas Reales. San Basilio es parada obligada. Guarda algunos de los mejores ejemplos de patio cordobés. Leiva lleva 77 años viviendo en su casa. "Llegué en el 38, cuando tenía cuatro años. Y aquí vivían nueve vecinos, claro que el patio y la casa entera eran más grandes", cuenta mientras esquiva a los turistas, que le piden que se aparte -en su propia casa-, para poder sacar una foto a sus flores. Leiva está orgulloso de todas ellas y las cuida todo el año. Siempre ha usado la pértiga con la lata para regar aquellas que están colgadas en la hileras más altas del patio, aunque su hijo le ha instalado un sistema de riego que le facilita bastante las cosas.

Lo que no le ha ayudado nada a este vecino -ni a ninguno de los participantes en el festival- es la tromba de agua que arreció en Córdoba el lunes por la tarde y que estropeó parte de las flores. "Dos días antes estaban preciosas, pero creo que en tres o cuatro días volverán a lucir bien", dice esperanzado el vecino de San Basilio.

En otra punta de la ciudad, en Santa Marina, se abre el último ejemplo de casa patio que queda en Córdoba. La vivienda es centenaria y se encuentra en la calle Marroquíes número 6. El patio es, en realidad, un gran espacio distribuido en calles, a las que se abren viviendas y talleres. Y todo, a la sombra de buganvillas, helechos o geranios. Carmen Álvarez tiene su taller de cerámica allí. "Trabajamos todo el año para tenerlo cuidado. Y el dinero que sacamos de los premios lo reinvertimos en el mantenimiento. En total somos 15 vecinos, entre artesanos y residentes". Todo queda entre flores