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JARDINERÍA SOSTENIBLE

Cómo cuidar de tu jardín de manera ecológica

Un jardín sostenible tiene un menor impacto ambiental, evitando el uso de pesticidas, minimizando el consumo hídrico así como las necesidades de mantenimiento

26/04/2022 Autor: Marube

Hay pocas cosas más reconfortantes que disfrutar de un jardín en buen estado. Y para ello no es preciso realizar un gran desembolso ni invertir demasiado tiempo. De una forma ecológica, respetando el medio ambiente y el entorno que nos rodea, podremos conseguir magníficos resultados. Basta con llevar a cabo tareas tan básicas como el reciclaje, el uso responsable de los recursos que tengamos y el cuidado del medio que tenemos a nuestro alrededor.

Un jardín sostenible nos conducirá a disminuir su impacto ambiental, evitando el empleo de pesticidas tóxicos para el medio, por ejemplo, además de consumir muchos menos recursos al requerir de menos agua y mantenimiento, entre otras cosas. Hay que estar muy acertado también con los productos de limpieza ecológicos que usemos, que resulten lo menos agresivos posibles para las plantas y el entorno.

¿Por qué apostar por un jardín ecológico?

Un cuidado sostenible de las zonas verdes permitirá que podamos disfrutar de una mayor calidad, además de proporcionarnos un bienestar personal.

Un jardín respetuoso con el medio ambiente consigue crear belleza adaptándose a las condiciones naturales del entorno. Y para ello utiliza de una manera lógica los recursos disponibles, respetando todo aquello que tiene a su alrededor gracias a técnicas naturales.

Consejos para el cuidado de un jardín de manera ecológica

En primer lugar, hay que tratar de aprovechar al máximo el agua y no despilfarrarla. Esto implica, por ejemplo que hagamos un regado eficiente, en donde no se malgaste el agua. La otra opción que se nos plantea en este sentido es sacarle rendimiento al agua de lluvia, sobre todo si residimos en un lugar donde las precipitaciones son frecuentes. Así tendremos la posibilidad de mejorar la sostenibilidad de este espacio verde, además de rebajar el consumo y costes.

En la medida de lo posible hay que tratar de adaptarse lo máximo posible al clima y al suelo que tengamos en la zona. Puede darse el caso de que las plantas autóctonas no sean las más populares, pero al encontrarse aclimatadas a la zona, a las temperaturas y a la propia superficie, exigirán menos cuidados y habrá menos riesgo de que resulten dañadas por las plagas. Con el tiempo se evidencia como esto nos supondrá un menor gasto en su conservación.

Empleo de pesticidas ecológicos y fertilizantes orgánicos

En nuestro intento por obtener un jardín lo más ecológico posible, nos decantaremos por el uso de fertilizantes orgánicos. Dotarán a nuestras platas de una serie de nutrientes que les permitirán crecer con más fuerza y saludables.

Por su parte, los pesticidas naturales contribuirán a que los insectos no deseados se mantengan lo más alejados posibles de nuestras plantas. Y todo ello con el máximo respeto a nuestro entorno y sin contaminar lo más mínimo.

Es posible que no hayas reparado en ello, pero una parte de los residuos que generamos en el hogar pueden convertirse en compost para enriquecer el jardín. De esta forma obtenemos rendimiento de un material que de lo contrario acabaría en un vertedero y así se disminuye la cantidad de basura orgánica.

Capacidad de crear un ambiente diverso

Aquellos que deseen darle un cuidado ecológico a su jardín tendrán la posibilidad de crear un ambiente de lo más diverso en él, donde podrán convivir una larga lista de plantas y vegetales.

Eso sí, procura agrupar las plantas en función de sus necesidades de agua y luz. Por ejemplo, las aromáticas pueden serte de gran utilidad para mantener alejados a los insectos no deseados.

Se puede reservar un hueco al cultivo de tus propias frutas y verduras, que te permitirán alimentarte de una manera más saludable, sin químicos tóxicos.

Aprovecha al máximo los recursos y conseguirás unos resultados óptimos

Los recursos que tengamos a nuestro alcance, tanto los propios como los ajenos, deben ser aprovechados al máximo. Con esto hacemos referencia sobre todo al agua, abono o fertilizantes, que deben ser utilizados de forma consciente para darles un uso lo más sostenible posible.