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PAISAJISMO

Claves para entender la nueva Estrategia para la gestión de la Infraestructura Verde

El experto Pedro Calaza detalla a GuíaVerde cómo afecta este cambio a los profesionales de la planificación y la gestión de espacios verdes

29/07/2021 Autor: GuíaVerde
Foto: Dreamstime | © Bignai

España ha alumbrado su nueva Estrategia Nacional de Infraestructura Verde y de la Conectividad y Restauración Ecológicas que detalla objetivos, mecanismos para su desarrollo y las competencias de las administraciones municipales. El Consejo de Ministros dio luz verde a esta norma en 2020 pero no ha sido hasta este mes de julio que ha sido publicada en el Boletín Oficial del Estado.

“La importancia de este documento es clave ya que representa una nueva forma de entender y proteger el territorio, una visión y comprensión para desarrollar proyectos y gestionar los espacios desde un prisma de una lógica ecosocial. Se trata de una necesidad, no de una opción”, explica a GuíaVerde Pedro Calaza, doctor ingeniero agrónomo, doctor arquitecto del paisaje y miembro de la directiva de la Asociación Española de Parques y Jardines Público. Calaza, todo un experto en la materia, destaca que “llevamos demasiado tiempo induciendo y potenciando fenómenos de contaminación, de fracturar el territorio, de generar cicatrices y heridas espaciales demasiado profundas que han ocasionado unos gravísimos problemas ambientales que debemos afrontar. Precisamente la estrategia nacional persigue afrontar este reto de gestión de territorio desde diferentes frentes y escalas”.


El experto explica que esta nueva Estrategia Nacional obedece a cumplir lo establecido en la Ley 33/2015 de Patrimonio Natural y Biodiversidad, “en la que se incluye por primera vez el término infraestructura verde en el ordenamiento jurídico español” que instaba al Estado a desarrollar este nuevo plan. La ley también señala que las comunidades autónomas tendrán tres años para poner en marcha sus propias estrategias.

La clave de esta nueva herramienta de planificación del paisaje es, afirma Calaza, que “sitúa el capital natural como el epicentro de gestión territorial”. “Se trata simplemente de resituar lo importante en su lugar para hacer frente a una gran cantidad de problemas importantes entre los que se encuentra el cambio climático, la contaminación, la fragmentación territorial o la pérdida alarmante de biodiversidad”.

La importancia de crear una red verde

Cuenta Calaza que hasta el año 2013 en Europa se manejaban diferentes definiciones de lo que es una infraestructura verde, pero que fue entonces cuando se creó una oficial que recoge como propia el documento español:

La infraestructura verde es una red ecológicamente coherente y estratégicamente planificada de zonas naturales y seminaturales y de otros elementos ambientales, diseñada y gestionada para la conservación de los ecosistemas y el mantenimiento de los servicios que nos proveen. Incluye espacios y otros elementos físicos ‘verdes’ en áreas terrestres (naturales, rurales y urbanas) y marinas

¿Qué supone esto? Según el experto esto se traduce en que “el sistema tradicional de espacios verdes urbanos, definidos especialmente por parques y jardines, no constituye en sí una red si no se garantiza la conectividad y el flujo de procesos”.

“El concepto de infraestructura verde es ambicioso, holístico e integral, ya que no solo está dirigido a la conservación de la biodiversidad sino que tiene una vocación multifuncional, pretendiendo mejorar el estado general de conservación de los ecosistemas y fortalecer sus funciones ecológicas que son las responsables de suministrarnos múltiples y valiosos servicios. Su implementación requiere de una planificación temporal y espacial, y de un diseño integrado en los procesos de planificación y ordenación del territorio”, argumenta Calaza.

Cambio de enfoque para los profesionales

Sobre cómo afecta esta normativa al día a día de los profesionales, apunta a que “las profesiones vinculadas a la planificación, diseño y gestión de elementos de infraestructura verde deben alinearse y adaptarse con el nuevo concepto de Infraestructura Verde”. “De un diseño basado eminentemente en la composición estética se debe avanzar hacia un diseño donde se primen los procesos ecológicos, la conectividad o la biodiversidad”. Pedro Calaza añade que “no se trata de un planteamiento de tendencia efímera, se trata de un enfoque que responda a necesidades reales que solventen problemas actuales, entre los que destacan la adaptación y mitigación al cambio climático, la contaminación ambiental, el efecto isla de calor o la propia salud pública”.

“De un diseño basado eminentemente en la composición estética se debe avanzar hacia un diseño donde se primen los procesos ecológicos, la conectividad o la biodiversidad”, afirma Pedro Calaza

El experto destaca que “la proximidad, calidad, accesibilidad, composición y proximidad a espacios verdes son parámetros básicos para mejorar la salud y precisamente ahí es donde reside uno de los aspectos clave y diferenciadores de un diseño, planificación y gestión de infraestructura verde contemporáneo. Debemos gestionar los elementos de infraestructura verde para optimizar la generación de servicios ecosistémicos y minimizar los diservicios y antagonismos. Todo ello pasa por una visión diferente del denominado verde en la ciudad, lo que implica una mejor formación y un cambio coherente y consciente en los equipos de diseño, de ejecución y de conservación y mantenimiento de espacios verdes. No se trata ya de equipos tradicionales monofuncionales y autómatas sistemáticos, se trata de construir sociedad, ecología y futuro, todo ello desde el prisma de conocimiento. El trabajo de los profesionales de la conservación y mantenimiento de espacios verdes, a todos los niveles, debe replantearse de forma íntegra”.

“Ser un buen jardinero es muy complejo. Las disciplinas relacionadas y las interacciones de los elementos vivos y las consecuencias de las labores realizadas de una forma u otra o en un momento u otro tendrán consecuencias decisivas en la calidad de vida urbana. Por tanto, reformulemos la formación y la práctica profesional en todos los niveles de los agentes implicados en la gestión de la infraestructura verde, incluyendo los técnicos de empresas y responsables municipales y caminemos juntos en un periplo extraordinario donde aportemos nuestro granito de arena hacia un mejor futuro”, sentencia Pedro Calaza.

CONSULTA LA ESTRATEGIA NACIONAL EN EL BOE