Casas prefabricadas, un método de construcción eficiente

En los últimos años optar por una casa prefabricada para tener una vivienda se ha vuelto más popular debido al menor coste que supone y al tratarse de un método de construcción más sostenible y eficiente. En este sentido, los fabricantes ofrecen un amplio abanico de viviendas prefabricadas y/o modulares de diferentes materiales (madera, acero, hormigón) y de tamaños, formas y estilos variables (clásico, moderno, minimalista, etc.). Existen plataformas web en las cuales se pueden encontrar multitud de ofertas de casas prefabricadas en España donde elegir los materiales, formas, tamaños y calidades que se ajusten a las necesidades concretas de cada cliente.

A diferencia de las casas tradicionales que son construidas in situ, una casa prefabricada es aquella que se construye en una fábrica y después se transporta e instala en su emplazamiento definitivo. Una interesante variante son las casas prefabricadas modulares, cuya principal diferencia es que no están construidas de una sola pieza, sino mediante módulos y piezas que se ensamblan en la obra.

Cabe mencionar también la diferencia entre las casas prefabricas y las casas móviles (tipo roulotte o mobil home) que radica principalmente en que las prefabricadas se ubican de manera definitiva, cimentadas al suelo y además están conectadas a los servicios públicos (agua, electricidad, alcantarillado, etc.) y, por tanto, se consideran bienes inmuebles. Esto va a influir en los permisos y licencias necesarios para construirlas, que van a ser similares a las de las casas tradicionales.

Las casas prefabricadas ofrecen una serie de ventajas; primeramente, un menor tiempo de ejecución de la obra y, por otro lado, un menor coste económico al ser menor la mano de obra y medios necesarios para su construcción. Además es un método de construcción más sostenible y eficiente energéticamente, al requerir de menos medios para su construcción y generar menos residuos.

La construcción de viviendas prefabricadas empieza con la elección de un terreno donde ubicar la casa prefabricada. Este definirá en gran medida la tipología de vivienda prefabricada a emplear, así como el tamaño que puede tener; por eso los terrenos deben ser lo más accesibles y planos posibles para permitir la construcción de la vivienda prefabricada. Además, la parcela deberá ser edificable, disponer de los servicios públicos y las acometidas necesarias para poder conectar la vivienda a dichos servicios.

Una vez se disponga de un terreno, puede comenzar el proceso de diseño, realizado por un arquitecto o por los técnicos de los fabricantes de casas prefabricadas. En este diseño se establece el proyecto de ejecución de la vivienda y se determina el coste del mismo. Es en este momento en el cual se realiza la personalización de la vivienda y se pueden ajustar los materiales y elementos de la misma para que se amolde a las necesidades y gustos del cliente. Cabe señalar que este tipo de diseños no admiten cambios de última hora una vez comienza el proceso de fabricación.

Una vez realizado el diseño y el proyecto, se procede a realizar el contrato de compraventa. Una de las ventajas de este tipo de construcción de viviendas es que los plazos de ejecución y el precio final está ajustado y no suelen haber sorpresas finales, al contrario que el método de construcción tradicional que puede acabar con modificaciones o imprevistos de última hora en obra. El contrato de compraventa es el que da comienzo a la producción de la vivienda en fábrica.

Siguiendo las pautas del proyecto y de acuerdo a los tiempos del fabricante, se van elaborando los módulos y piezas que conformarán la casa prefabricada. Durante este proceso se realizan los controles de calidad y seguimiento para que las piezas se ajusten al proyecto y tengan los mayores estándares de calidad y cumplimiento del contrato.

En el terreno se procederá al nivelado y trabajos previos que permitan construir la cimentación de la vivienda. Una vez construida la losa de cimentación de la vivienda, se transportan y ensamblan las piezas de acuerdo al proyecto de ejecución. Durante esta fase se establece la estructura portante, se construye e impermeabiliza la cubierta, se conectan los servicios de la vivienda a las acometidas de la parcela y también se realizan los acabados de ensamblaje, carpintería exterior, así como los revestimientos, soldaduras, conducciones y otros elementos para la total operatividad de la vivienda y ajuste al proyecto de ejecución, remate y terminación de la obra.

En resumen, las casas prefabricadas tienen una serie de ventajas que hacen que sean cada vez más populares y, por tanto, dispongamos de mayor oferta de diseños y tipología de materiales. Estos diseños previos y la perfecta organización de la construcción de la obra permiten un menor tiempo de ejecución. Además, al estar construidas en fábricas, estas obras se ven menos influenciadas por la meteorología con lo que los plazos de ejecución tienen una mayor fiabilidad y menor propensión a sufrir imprevistos. Esta eficiente optimización de tiempos y recursos da como resultado un método de construcción más sostenible al requerir de menos energía y generar menos residuos.

Podemos de este modo afirmar que la construcción de casas prefabricadas no desmerece las calidades finales, ni la funcionalidad, de una vivienda tradicional. Sin duda, se trata de una tipología de construcción que seguirá creciendo y desarrollándose debido a sus ventajas y practicidad.