biOrb AIR: un regalo especial y mágico para estas Navidades

Este año ha puesto muchas dificultades en nuestro camino. Ha cambiado nuestra forma de trabajar, descansar y de pasar tiempo con los amigos y la familia. Hemos aprendido a valorar pequeños momentos de felicidad y apreciar lo que antes parecía poco significante.

En OASE hemos preparado algo muy especial para estas Navidades. Qué tal si este año a los que más queremos les regalamos algo que hemos aprendido a apreciar tanto: la sensación de bienestar, un jardín mágico, un universo donde reina la naturaleza. ¿Suena a algo imposible? No, ya que se trata del terrario biOrb AIR, que se integrará perfectamente en cualquier espacio de su hogar.

Hay una teoría llamada “biofilia”, según la cual, todos poseemos un profundo deseo de conexión con la naturaleza de manera innata. Además, algunas investigaciones han demostrado que una fuerte conexión con la naturaleza puede influir positivamente en nuestro ánimo.

Una simple mirada al maravilloso mundo que alberga el biOrb AIR, ayudará a reconectar de inmediato con la vida. Se convertirá en una afición apasionante y el refugio ideal para la mente.

Se trata de un terrario inteligente para cultivar plantas tropicales en casa, que se ocupa de manera automática del control de la iluminación y la humedad, garantizando así a las plantas de todo lo que puedan necesitar.

Ahora es posible disfrutar de los beneficios de bienestar que aporta el contacto con la naturaleza en su propio hogar, incluso en una habitación que no disponga de la luz natural.

¿Cómo funciona?

biOrb AIR utiliza compost de fibra de coco esterilizada como medio de abono para cultivar las raíces de las plantas. El compost de fibra de coco se coloca sobre una estera capilar que succiona suavemente el agua de un pequeño depósito ubicado en la base.

La luz diurna natural ya no es necesaria. La iluminación LED presenta un diseño circular en la parte superior de la esfera. Los diodos emiten la iluminación perfecta para fomentar el crecimiento natural de las plantas y evita que estas se doblen hacia una sola fuente de luz. Asimismo, la luz se emite en un ciclo automático de 24 horas, simulando el alba, la luz diurna, la puesta de sol y la noche.

Para evitar el estancamiento y la condensación, un ventilador constantemente en marcha recicla el aire con un filtro de carbono sustituible. Una pequeña cantidad de aire fresco se introduce regularmente como parte de este proceso de circulación. Para mantener la humedad en el microclima, se agrega agua utilizando un rociador ultrasónico montado en el depósito de agua superior.