“El Jardín de mi Hospi”: las plantas como terapia de los niños hospitalizados

El proyecto “El Jardín de mi Hospi” es una iniciativa promovida por la Asociación Juegaterapia y financiada, principalmente, con la venta de sus muñecos “Pelones”, aunque en este caso también han contado con la participación de multitud de personas anónimas y empresas que han querido poner su granito de arena para que los niños hospitalizados puedan tener un espacio distinto dentro del hospital.

El del Hospital La Fe se trata del tercer espacio terminado por la organización. El estudio de arquitectura RICA, con sede en Nueva York y Madrid ha realizado el proyecto de manera solidaria. Los arquitectos Iñaki Carnicero y Lorena del Río se han hecho cargo del diseño dándole un toque colorido y dinámico.

Estos espacios tienen  la finalidad de ayudar “jugando”; de hecho el lema de la asociación es “la quimio jugando se pasa volando”, por lo que han querido que estas zonas ajardinadas con espacio para juegos y actividades sea el lugar idóneo para que los niños, que pasan largas temporadas en el centro, puedan disfrutar del aire libre.

Una de las arquitectas que se ha hecho cargo del proyecto, Lorena del Río, ha explicado a GuíaVerde, que con esta iniciativa se pretende llevar un poco de naturaleza a los hospitales de toda España. “Queremos trasladar un trocito de bosque a las cubiertas de los hospitales”, ha concretado la diseñadora, y para empezar a hacerlo analizaron en un primer momento “cómo eran esas características de los espacios naturales”, ha explicado.

Se trata de paisajes artificiales que se mezclan con elementos naturales. “Son espacios flexibles que pueden ser utilizados para diferentes actividades”, como juegos, gimnasia, pequeñas actuaciones e incluso conciertos. Muchos niños acuden a clase en el hospital y ahora podrán salir al recreo en este espacio.

Tres medusas gigantes hechas con cuerdas que se mueven al son del viento custodian todas las partes del jardín. Se trata de dos recintos unidos que se encuentran en la segunda planta y que están conectadas con el aula de los niños. Tienen un pequeño anfiteatro donde podrán disfrutar de espectáculos, conciertos o teatros, que les ayudarán a salir de la rutina hospitalaria.

Los arquitectos han querido que los niños que se encuentren en el interior del hospital también puedan disfrutar del jardín y ver las plantas y las flores, que se ven “como grandes estructuras colgantes”.

En cuanto a las zonas verdes han buscado que las plantas de floraciones en momentos distintos, “para que siempre haya alguna en flor” y que tengan armonía cromática y también que den aroma, puesto que todo lo que tenga que ver con los sentidos es muy importante para los niños.

Las plantas del Jardín de mi Hospi

El jardín floral lo han separado en tres áreas separadas por colores:

Jardinería semicircular con flores rosas, rojas y lilas. En este apartado se encuentran algunas flores como Hibiscus en distintos tonos rosas, Bougainvillea sanderiana, Abelia floribunda, Callistemon laevis o Lavandula dentata, entre muchas otras con estos tonos y que varían su floración a lo largo del año.

Jardinería circular con flores amarillas, entre ellas se pueden encontrar Lantana camara, Teucrium fructicans o Elaeagnus maculata aurea, entre otros tipos de flores. Con estas especies se pretende darle un color más cálido al espacio. De la misma manera que las anteriores también varía a lo largo del año su floración, para que siempre haya color proveniente de las flores en el jardín.

Las trepadoras de flor blanca son las que confrontan la jardinería lineal con Ampelopsis tricusp, Bougainvillea o Jasminum, entre otras flores blancas para darle tranquilidad y linealidad al espacio.

Todo el jardín ha sido ideado para que los niños hospitalizados puedan disfrutar de las flores y plantas y “sentir que están en un espacio natural”, ha señalado Del Río. “Todos los niños nos decían que querían flores de colores y hemos intentado que entre las plantas elegidas siempre haya algo en flor”, ha repetido la arquitecta.

Las especies elegidas tienen floraciones muy llamativas, de colores vivos y con una fragancia muy intensa para “estimular los sentidos”, ha matizado la experta, del mismo modo ha añadido que han puesto atención en que las plantas no tengan espinas, ni sean venenosas, ni tengan frutos pequeños “que los niños se puedan llevar a la boca, ni generar alergias”, por lo que se ha necesitado de un estudio previo y concienzudo para que la elección de éstas sea la correcta.

En la financiación del proyecto han participado multitud de personas anónimas que a través del envío de SMS y junto a empresas y asociaciones que han querido colaborar activamente con este jardín han hecho posible que los niños hospitalizados de La Fe puedan tener una zona ajardinada donde pasar las temporadas en el centro.