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Los cementerios, una tabla de salvación para los viveristas de flor cortada

Los productores canarios logran la reapertura de los camposantos, que dan salida hasta el 70% de la producción

22/05/2020 Autor: GuíaVerde

En un momento como este, con la crisis del coronavirus azotando al mercado, lugares a priori ajenos a sus devenires se convierten en tablas de salvación. Por ejemplo, los cementerios. La venta de flores para las lápidas o mausoleos es una actividad más de los productores y vendedores de flor cortada, junto a bodas, bautizos, comuniones, eventos, turismo… Pero con todas la actividades lúdicas paralizadas o en mínimo, el cementerio, un lugar sin aglomeraciones y visitas inaplazables, es ahora una importante fuente de trabajo para los productores.


Esta semana, el diario Canarias7, publicaba que la Delegación de Gobierno había prohibido el el acceso a los cementerios de las islas. Esta situación suponía que además de que los ciudadanos no pudieran visitar a sus familiares, algunos trabajadores se quedaran sin actividad, entre ellos los productores y vendedores de flores. Dos días después estos lograban convencer a la administración de la reapertura de estos espacios, lo que fue un alivio para su actividad.


Como explica a Guía Verde el gerente de la Asociación de Cosecheros y Exportadores de Flores y Plantas Vivas de Canarias (ASOCAN), Antonio López, dado que cuentan con varias islas que siempre van una fase por delante, van revisando los documentos oficiales para prever en qué situación se encontrarán ellos, interpretando las normas para el sector. Por ello continuamente están en contacto con la Delegación del Gobierno. Una de las dudas que habían trasladado recientemente hace días era sobre la reapertura de cementerios, pero como indica “no se habían manifestado” al respecto.


“Cual fue nuestra sorpresa el martes cuando la Delegación publicó una nota aclaratoria en la que se especificaba, entre otras cuestiones, que la gente no se podía desplazar a los cementerios. Lo considerábamos una interpretación carente de sentido común”, explica López quien recuerda que las características de estos espacios y el tipo de visitas no favorecen las aglomeraciones de la población. Para el sector suponía un jarro de agua fría, dado que hasta el momento solo los floristas podían entrar como profesionales a los cementerios, y esperaban que con la nueva fase los clientes aumentaran sus pedidos. “El mismo martes cuando enviaron la notificación de la prohibición todos los productores recibieron cancelaciones de pedidos, fue automático”, comenta.

 

Más pedidos de tiendas, quioscos y mercadillos


“El mismo martes pedimos una reunión y nos atendieron el miércoles. Nos dieron la razón, porque entonces tendrían también que desautorizar las visitas a los familiares… si liberas la circulación, respetando las medidas de seguridad puedes llevarlo a cabo”, explica el gerente de ASOCAN, quien destaca que para ellos “la apertura de los cementerios puede suponer hasta un 70% de salida de la flor cortada. La gente no pudo ir al Día del Padre o el Día de la Madre a los cementerios. El otro 30% es esa flor para hoteles, turismo, bodas, comuniones que damos por perdida”. “Los dos principales canales para la flor cortada son ahora los cementerios y el turismo”, cuenta López, haciendo hincapié en que sobre la segunda actividad hay todavía mucha incertidumbre.

“Esta apertura de los cementerios en Canarias ha supuesto un alivio, pero ahora viene la segunda lucha y es que los ayuntamientos le den normalidad, porque algunos pueden querer restringir horarios y eso sí puede acabar suponiendo aglomeraciones al concentrar a toda la gente en esos momentos”. “Hemos notado un repunte de los quioscos de flores y las floristerías, e incluso los mercadillos de fines de semana”, señala. Una luz al final del túnel para los 62 agricultores de flor cortada de las islas que ya han perdido unos 3 millones de euros con la crisis de la COVID-19.