El almez es un árbol caducifolio que alcanza los 20-25 metros de altura, de tronco recto, gris y de corteza lisa, sin estrías o hendiduras marcadas. Posee una copa ancha y redondeada. Sus hojas son simples y grandes de 5 a 15 cm de largo, alternas, pecioladas y delicadamente aserradas. El haz es de color verde oscuro algo pubescente y el envés es más claro con cierta pilosidad en los nervios. Las flores son insignificantes, sin pétalos de color amarillo verdoso. El fruto es comestible y de sabor agradable; es una drupa carnosa de 1 cm de diámetro, de color casi negro en el exterior y amarillo por dentro con un hueso bastante grande que queda durante el invierno una vez seco.

 

Florece entre marzo y abril, dando un color verde brillante al árbol y los frutos maduran a finales de verano.

 

Este árbol es un árbol de media luz, que requiere lugares soleados cuando es adulto, mientras que cuando es pequeño soporta los lugares sombríos. Necesita un suelo ligeramente húmedo, creciendo siempre cerca de los cursos de agua. Soporta bien la sequía y el frío intenso. No necesita poda, aunque la acepta bastante bien.

 

Multiplicación:

Se reproduce mediante semillas a principios de la primavera, germinando rápidamente.

 

Este árbol se ha empleado por su madera para la fabricación artesanal de bastones y similares. Sus frutos son comestibles y se pueden emplear para hacer mermeladas. La corteza y las raíces poseen una esencia usada como colorante amarillo para tintar la seda.