Árbol semicaducifolio de 4-9 metros cultivado en jardín, pero puede alcanzar alturas de hasta 18 m de altura en su país de origen, Sudáfrica. Posee una copa extendida y tronco robusto con corteza de color grisácea, cubierta de espinas cortas, gruesas y oscuras. Presentando una ramificación muy irregular.
Tiene hojas caducas y compuestas de tres folíolos romboidales de color verde brillante de hasta unos 10 cm de largo y 15 cm de ancho. Pero lo que realmente le hace bella a esta especie son sus abundante floración que aparecen desde finales de primavera a principios de verano en racimos de flores anaranjadas o rojizas que nacen cuando las ramas se encuentran casi desnudas, debido a que pierde follaje para favorecer la floración.
Cultivo y cuidados:
Es un árbol de clima cálido-templado, por lo que debe estar protegido del frío intenso y sobre todo de las heladas que le afectan afeando sus ramas. La madera es muy quebradiza, por lo que debe formarse bien el árbol y resguardarlo de fuertes vientos. Por lo tanto necesita climas cálidos. Le va bien un buen suelo de jardín, rico en materia orgánica y bien drenado tolerando las tierras calcáreas pero no tolera la sal.
No necesita riegos abundantes, solamente en la época de crecimiento, que es cuando es más vulnerable a la falta de agua.
Su fácil trasplante de adulto hace que se plante en numerosos sitios
Multiplicación:
La forma más forma de reproducir este árbol es mediante semilla tratándola con calor y remojarlas para que germinen en primavera.
Usos:
Árbol muy usado en alineaciones de calles de ciudades, en parques y jardines. Proporciona sombra agradable.
Curiosidades:
En Sudáfrica se emplean las raíces, corteza, hojas y frutos para fabricar juegos, diversas medicinas y vallas.