Cucumis sativus

Nombre común: Pepino, pepinillo, cogombro, cohombro, combro

Descripción:

El pepino (Cucumis sativus), verosímilmente originario del Asia tropical, se cultiva en Oriente desde hace tres milenios; desde donde se extendió a los países cálidos y de clima suave.

En España se ha implantado el cultivo en invernáculo o invernadero y se consigue cosecharlo durante todo el año.

Es una planta anual, de tallos trepadores, recubiertos con pelos duros y con zarcillos, las flores son unisexuales; las flores masculinas aparecen las primeras y las femeninas se reconocen por su ovario muy desarrollado.

Los frutos son alargados, de carne compacta y de color blanco o verde.

Se distinguen los pepinos propiamente dichos de los pepinillos; estos últimos se les pone en vinagre cuando todavía son muy pequeños.

Las variedades de pepinos han sido mejoradas en los últimos años; las clásicas variedades han sido reemplazadas poco a poco por híbridos F1, desprovistos del sabor amargo y con resistencia a algunas enfermedades graves (especialmente para los cultivos abrigados), como mildiu, antracnosis, cladosporiosis, mosaico.

Las variedades Fl ginoicas sólo producen flores femeninas; todas estas variedades dan frutos, sin que sus flores tengan necesidad de ser fecundadas; también es necesario evitar toda fecundación, ya que entonces producen frutos deformes.
 
Las variedades de pepinos y pepinillos dan frutos escalonadamente, lisos o guarnecidos de débiles espinas, que deben cogerse muy jóvenes, inmediatamente después de la floración; también existen híbridos F1, que se destacan por la calidad de su producción y resistencia a las enfermedades Algunas variedades ginoicas o casi desprovistas de flores masculinas, y que poseen en consecuencia muchas flores femeninas, son muy productivas.

Sus flores tienen que ser fecundadas, se aconseja cultivarlas de forma que se intercalen plantas de variedades polinizantes en la proporción de una planta por cada 6 o 10 plantas ginoicas.

Cultivo:

El pepino gusta del calor, teme el frío y el exceso de humedad. Sus frutos se desarrollan rápidamente y se recogen antes de la madurez.

Su ciclo vegetativo es relativamente corto, lo que permite su cultivo al aire libre en regiones poco favorecidas por el clima y donde el melón no tendría éxito. Esto es especialmente indicado para las variedades de pepinillos.

Los suelos mullidos, fértiles, se recalientan fácilmente en primavera, siendo conveniente esto para los cultivos de la primera estación; para la producción estival, las tierras un poco más consistentes son preferibles.

Al pepino no debe faltarle el agua durante el inicio del período de vegetación activa, pues su producción disminuiría.

Actualmente, los profesionales consiguen producir pepino durante todo el año. El aficionado que posea un invernadero puede cultivar algunas plantas conduciéndolas sobre tutores formados simplemente por hilos, fijados por un extremo a la estructura superior del invernadero y la inferior a la base de la planta.

A medida que la planta va creciendo, se va enrollando el tallo al tutor.

Cuando el tallo llega a la parte superior del hilo, se pinza para forzar el desarrollo de los brotes laterales.

Las flores femeninas aparecen principalmente sobre ellos, y deben pinzarse después de 4 o 5 hojas; las brotaciones de la tercera generación también se pinzan, pero después de dos hojas solamente. 

El pepino exige un suelo muy fresco durante el período de producción; para regar, utilizar agua a la misma temperatura del invernadero.

En las variedades híbridas F1, suprimir las flores masculinas para evitar la formación de frutos deformados.

En el cultivo en cajonera, los pepinos deben plantarse en líneas al centro de la cajonera; se les pinza o corta por encima de la segunda hoja para conseguir dos brotes laterales.

Cada uno de estos brotes se pinzará a 6-8 hojas o cuando lleguen a la pared de la cajonera, y los brotes que aparezcan se pinzarán 2 hojas por encima del fruto. En los cultivos al aire libre, se procede de forma similar. Actualmente existen variedades de fruto corto en que la poda se puede suprimir. Desde que los frutos empiezan a engrosar, conviene abonar cada quince días, pudiéndose incorporar el abono mediante los riegos.

Coger los pepinos cuando alcanzan la longitud y grosor adecuado para la variedad, pero siempre antes de que empiezen a tomar una coloración clara o verde-amarillenta. El rendimiento es muy alto: 12 a 15 kg. por m2.

Multiplicación:

La siembra del pepino puede hacerse en vivero o directamente en el campo. En el primer caso, se opera bajo abrigo de vidrio o plástico en febrero/abril; a una temperatura de aproximadamente 18°C, las semillas nacerán a los dos o tres días.

Las plantas jóvenes se repicarán 10 a 12 días más tarde, en macetas de 10 cm. o en macetas de turba prensada, manteniéndose abrigadas a la espera de su definitiva plantación.

Al aire libre, se siembra cuando el suelo está suficientemente caliente, (como mínimo, la temperatura del suelo debe ser de 10°C); esto se consigue en las zonas frías, en mayo. Sobre líneas separadas a 1- y se rellenan de estiércol bien descompuesto; en ellos se siembran tres o cuatro semillas y se las cubre con 3 cm. de tierra.

La nascencia es bastante lenta, necesitando aproximadamente una semana; poco después se aclara, conservando una o dos plantas.

Las campanas o los pequeños túneles de plástico pueden ser útiles para activar la nascencia y proteger las jóvenes plantas durante las primeras semanas.

Las plantas procedentes de semillero se trasplantan, en el momento adecuado, a la misma distancia que se han sembrado las de siembra directa.

Usos:

Planta hortícola muy popular. Sus frutos se emplean para elaborar ensaladas.