Fragaria vesca

Nombre común: Fresa salvaje

Las fresas silvestres son hierbas perenne que se crecen en los bosques templados.

Estas plantas crecen en rosetas formadas de hojas compuestas por tres foliolos anchos  y redondeados con los nervios muy marcados, de color verde oscuro por el haz y mas blanquinosos por el envés debido a su película de vello.

La floración se produce en primavera tras pasar un periodo de frío solapándose con la fructificación. Las flores son hermafroditas siendo su polinización entomófila.

Los frutos  son rojos y carnosos teniendo multitud de semillas en aquenios en su superficie, ya que lo que se desarrolla es el estilo que es carnoso.

Las fresas duran unos 3 o 4 años propagándose año tras año por multitud de estolones dando lugar a más de  10 plantitas por año.

Cultivo:

La fresa se adapta muy bien a muchos tipos de clima. Su temperatura optima son las de temperaturas frescas situadas a 15-20 ºC soportando las heladas de hasta -12 ºC.

No necesita grandes cantidades de luz, pudiendo desarrollarse en la sombra de los bosques bien tupidos.

Necesita un suelo fresco y húmedo, donde la sequía no sea muy prolongada. Requiere de ciertos niveles de humedad, manteniendo una frecuencia de riego regular, pero evitando encharcamientos.

Puede ser cultivada en el suelo y también, si no dispones de un terreno, puedes cultivarlas en prácticas mesas de cultivo que, debidamente acondicionadas con un sustrato adecuado y equilibrado, permitirán cuidar tus hortalizas de una manera ergonómica y sencilla.

Necesita un suelo rico en nutrientes y rico en nitrógeno, para favorecer su desarrollo. Puede ser cultivada en el suelo y/o en maceteros, con sustratos ricos en materia orgánica como la turba o hummus, mezclados con arena y perlita.

Multiplicación:

Por semillas dispersadas por las aves o por estolones que desarrollan las plantas madres tras la producción de frutos, dando lugar a multitud de plantitas jóvenes que se reparten a su alrededor.

Usos:

Esta planta se utiliza para cubrir zonas no transitadas a la sombra dando color al suelo donde otras plantas no prosperan.

Muy empleada en cocina por sus fabulosos y riquísimos frutos, que aunque son de pequeño tamaño, tienen un sabor estupendo, mucho mejor que las fresones cultivados.

También se cultiva mucho en macetas o en terrazas por su colorido y su abundante producción de frutos.