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ARTÍCULO TÉCNICO

Sistemas de riego - Agua. El principio de la vida

Autor:Floramedia

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Zonas de arbustos, árboles, aromáticas, rosaledas, áreas de césped… un jardín suele componerse de diversas zonas de plantas con diferentes necesidades de riego, tanto desde el punto de vista de las exigencias vitales de las plantas, como por las caracterí

La gestión inteligente y racional del agua con la elección del sistema más idóneo, además de suponer un considerable ahorro, sin duda nos beneficia a todos.


En un jardín, terraza o balcón se pueden dar diferentes necesidades de riego que con la programación nos permitirá mantener el mayor esplendor de las plantas con el mínimo consumo de agua.

 

Entre los distintos sistemas que existen, los más extendidos son:

 

El riego de superficie

 

Es el sistema tradicional, cada vez más en desuso y relegado a situaciones muy  concretas. Consiste en utilizar una manguera de PVC conectada a un grifo, con la cual se puede regar manualmente con una lanza de riego, pistola o rociador.

 

El otro modo es de forma automatizada mediante aspersores, cuyo número, debe cubrir la superficie que se pretende regar.

 

Los tipos de aspersores más frecuentes son los oscilantes, circulares o sectoriales.

 

Como ventaja es el sistema de menor coste y válido para cualquier jardín, aunque sus inconvenientes son mayores, pues supone un mayor consumo de agua, menor precisión y control de la pluviométrica, además de una vista menos estética del jardín.

 

El riego por goteo

 

Es el sistema, también llamado riego localizado, es con el que más ahorro se obtiene, ya que riega directamente el suelo de la zona de raíz de cada planta, sin mojar sus hojas ni ramas.

 

El sistema de goteo consta de una red de tuberías distribuidas estratégicamente, realizando un recorrido lógico para que el agua alcance a cada una de las plantas que componen el jardín. Estas tuberías, normalmente de plástico, pueden llevar incorporados unos goteros (emisores de agua), y permiten colocarlos de forma precisa allí donde realmente se necesiten. Estas tuberías pueden ir enterradas a ras de suelo quedando fuera de la vista, por tanto mejorando la estética del jardín.

 

En este sistema existen dos tipos diferenciados. El denominado “gota a gota” para el riego individual de cada planta y el de “micro difusión”, más indicado para regar un área que comprenda varias plantas o césped. Ambos sistemas se pueden combinar para atender las necesidades específicas de cada área del jardín.

 

Las ventajas son el mayor ahorro en el consumo de agua y que, por su precisión, evita patologías y enfermedades a las plantas debidas al exceso de humedad en la zona de las raíces, pues reparte de forma más homogénea el agua. Además de su comodidad y fácil mantenimiento, es muy estético y su funcionamiento requiere muy bajo caudal. No es adecuado para el riego de grandes áreas de césped.


Riego enterrado

 

Es también el sistema frecuentemente empleado para el riego de grandes áreas verdes y deportivas, sobre todo vinculado al césped, aunque gracias a los difusores y turbinas más pequeñas, permiten su utilización en jardines particulares de menores dimensiones.


 
Esta modalidad de riego se compone de unos ramales de tuberías enterrados, y en los cuales, se insertan difusores o turbinas que, con la presión del agua, emergen de la tierra regando el área prevista.

 

Es muy importante, para su correcto montaje, saber de cuanto caudal disponemos para delimitar adecuadamente las zonas a regar repartiendo el caudal entre cada uno de los difusores o turbinas que compongan el sistema, cuidando que la suma de sus consumos no sobrepase el caudal pues, en ese caso, la presión de riego disminuiría para todo el conjunto, y las cantidades de agua emitidas y el radio de alcance de cada turbina, como consecuencia, producirían un riego poco uniforme y eficaz.

 

Entre las numerosas ventajas de este sistema destacamos la mayor precisión pluviométrica que se puede obtener, si el montaje es correcto, una gran comodidad y poco mantenimiento, gran  durabilidad del sistema y estética, a lo que hay que añadir el importante ahorro de agua.

 

Aspectos a considerar son que su uso está indicado para regar zonas de césped o similares, no siendo la mejor opción para otros tipos de plantas como puedan ser los setos, plantas de flor y cultivos de huerto.

 

La programación

 

Todos estos sistemas permiten mejorar el rendimiento al incorporarles uno o varios programadores en función de la diversidad de sectores o zonas a regar. Recientemente y sencillos de utilizar.

 

Colocados entre la toma de agua y el sistema de riego, mediante un reloj temporizador y una serie de electro válvulas, se puede programar la frecuencia y duración de los riegos. Permitiendo regar a horas en que la evaporación es menor y en periodos limitados que eviten escorrentías y  saturaciones indeseadas del agua, adaptar los riegos a la climatología, y ayudando a obtener un enorme ahorro de este vital recurso haciendo un uso inteligente y responsable y siendo en suma respetuoso con el medio ambiente.

 

 Colaboración en contenido: Gardena Ibérica, S.L.U.

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